
El 12 de agosto de 2019 se produjo la mayor filtración de datos de la historia argentina hasta la fecha, hecho particularmente grave por tratarse de información de la Policía Federal Argentina, que fue conocida públicamente como «La Gorra Leaks 2.0». No solamente la investigación de este hecho fue más que deficiente, sino que la propia denuncia realizada por la División Investigaciones de Delitos Tecnológicos de la Policía parece esquivar un enorme elefante en medio de la habitación. ¿Por qué ni se denunció ni se investigó cómo se produjo realmente esta filtración?
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