La evolución del Génesis

Conferencia de Aron Ra sobre el origen de las fábulas bíblicas, presentada ante la Secular Student Alliance de la Universidad de North Texas en Denton, el 11 de abril de 2013, subtitulada en español.

A continuación, la transcripción completa.

Como un niño que creció en los Estados Unidos se me enseñó que la Biblia era la palabra de Dios y una cronología exacta e incuestionable de los acontecimientos en la historia humana. Ken Ham de «Answers in Genesis» resume esto como Dios diciendo: «Lo sé todo, siempre he estado allí, esto es lo que sucedió en el pasado». Por supuesto, la Biblia no se lee de esa manera. Se lee como la mitología hecha por el hombre, de una deidad ignorante en una jungla de fábulas discordantes de la especulación humana sin relevancia moral o fáctica.

Ciertamente no hay ningún indicio de inspiración divina. Pero como supuestamente fue inspirada por Dios, se supone que debemos tratarla como la verdad absoluta y la máxima autoridad, incluso cuando se contradice cientos de veces y se ha demostrado que contiene, como dijo Mark Twain: «más de mil mentiras”. Ni siquiera Dios puede salvar la Biblia en este punto, porque incluso si Dios existe, la Biblia no puede ser su palabra, no solo no dice nada de lo que debería —si un creador cósmico benevolente realmente la hubiera escrito—, sino que lo que dice está tan equivocado acerca de tanto que obviamente no fue escrita por nadie que tuviera alguna idea de lo que estaba hablando, sobre cualquier tema. La Biblia fue compuesta y compilada claramente por ignorantes e intolerantes salvajes supersticiosos y perpetuada por una cultura que intentaba afirmar su superioridad y justificar su inhumanidad, pretendiendo hablar en nombre de su dios.

Me enseñaron que la Biblia era el libro más antiguo jamás escrito y la historia más antigua jamás contada… En realidad, el primer libro jamás escrito y la historia más antigua jamás contada, y si la Biblia fuera cierta, todo esto también debería ser cierto, pero sabemos que no lo es. Hay muchas otras obras de religiones ya establecidas que son mucho más antiguas que eso.

El consenso académico es que Génesis fue compilado probablemente por Esdras a partir de varias tradiciones orales no relacionadas hace menos de 2500 años. Otros documentos más antiguos o de la misma época, todos ellos atribuidos a autores humanos, principalmente entre los siglos VI y II a. C. El libro más antiguo de la Biblia que aparentemente no está adaptado del politeísmo anterior es el Libro de Job, y proviene de alrededor del año 1500 a. C. Es aún siglos más joven que el Rig Veda, la más antigua de las escrituras védicas, típicamente datada entre 1700 y 1900 a. C., lo que hace del hinduismo la religión más antigua en práctica continua. Los Rollos del Mar Muerto son el texto arqueológico más antiguo conocido como la base del judaísmo rabínico, datado por radiocarbono entre 335 a. C. y 122 a. C., pero relacionado con eventos del siglo VII a. C. Curiosamente, las religiones zoroastriana, budista, hindú, helena, druídica, china y egipcia o bien empezaron en el siglo VII a. C. o sufrieron importantes revisiones en esta época. Por ejemplo, aquí es donde tenemos el Avesta de Zarathustra, aquí es donde dataron la versión actual del Bhagavad-gita, y aquí es cuando Lao Tzu escribió el Tao Te Ching. Este florecimiento de las filosofías también incluyó el ateísmo y el surgimiento del naturalismo científico entre los griegos jonios del mismo período.

Aquí en los Estados Unidos mucha gente aún cree que el comienzo de los tiempos fue solo hace unos 6000 años. Esta estimación se basa solamente en la mala matemática de un monje del siglo XVIII extrapolando suposiciones sin más información que una única fuente: un libro de cuentos sagrado. La totalidad del conocimiento moderno en todos los campos relevantes, todo lo que sabemos sobre historia, arqueología, geología, antropología e incluso mitología antigua, de expertos de todo el mundo, demuestra que este monje desinformado se equivocó. Las migraciones humanas se han trazado usando genómica, sobre estos otros campos, como así también la datación radiométrica de objetos arqueológicos, y ahora sabemos con certeza que hace 6000 años, y mucho tiempo antes, los nativos americanos ya estaban diseminados por ambos continentes americanos, los aborígenes ya estaban en Australia, y ya existían civilizaciones complejas establecidas en Oriente, en India, en África del Norte y emergiendo en Oriente Medio. Los antepasados de cada uno de los nichos culturales en esos lugares ya estaban allí en aquel momento, y ya hablaban muchos idiomas diferentes, porque también es posible hacer un seguimiento de la evolución del lenguaje.

Leyendo la literatura de la antigüedad es bastante fácil ver toda la transición que muestra cómo el latín evolucionó en el español, el francés y el italiano, por ejemplo. También es posible rastrear el influjo de nuevas palabras o contracciones para mostrar tendencias similares, sin tener necesariamente toda la literatura para mostrar cuándo evolucionan los idiomas. Patrones similares de ese idioma también están en las lenguas indias de Avesta y así sucesivamente. Al igual que el rastreo de mutaciones en un genoma en evolución.

Entonces, ¿qué pasa con esta Torre de Babel, de donde se supone que provenían todos estos idiomas originales? Esa historia es literalmente legendaria, el relato bíblico no es cierto en absoluto, pero se basa en un núcleo de verdad. La Torre inacabada de Babilonia todavía existe, y todavía es visible desde el sitio de la ciudad original. Fue iniciada por Hammurabi alrededor de 1750 a. C. y originalmente fue dedicada a Marduk, uno de los dioses más antiguos del panteón mesopotámico. El proyecto fue reanudado en el milenio siguiente por el rey Nabucodonosor y finalmente fue abandonado por segunda vez, pero es la razón del primer abandono la que proporciona el paralelismo para la parábola. Parece que los reinos cambiantes de Sumeria, Babilonia, Akkad y Caldea publicaron y compartieron los primeros textos silábicos que se inventaron. Vivían en ciudades-estado sofisticadas, enviaban a sus hijos a escuelas formales donde se les enseñaba a leer y escribir en cuneiforme. Esta fue una herramienta especial hecha para prensar letras en tabletas de arcilla que luego eran horneadas como documentos permanentes. Estas personas estaban completamente alfabetizadas hasta la caída del Imperio Mesopotámico, o en este caso la parte correspondiente a Hammurabi. Luego se cerraron las escuelas, se abandonó la educación pública y pronto ya nadie pudo leer cuneiforme. Esto habría sido más o menos concordante con la construcción inicial de Hammurabi del zigurat de Marduk, que aparentemente fue re-dedicado bajo Nabucodonosor y hoy se conoce más popularmente como la Torre de Babel. La base de la torre todavía está allí, pero la pérdida de alfabetización puede ser el único elemento de verdad que tiene la fábula.

Esta es la parte importante. Luego de que se cerraron todas las escuelas, las historias se mantuvieron vivas mediante memorización y recreación. No importa qué tan fiel a la palabra se intente ser, cambios sutiles ocurrirán ocasionalmente o eventualmente con este proceso, ya sea en la traducción o la interpretación, y ambos sucederán todo el tiempo, incluso cuando la Biblia fue escrita en tinta supuestamente indeleble. Es por eso que tenemos innumerables denominaciones, a pesar de su devoción, a una palabra supuestamente invariable. E independientemente de nuestro entendimiento y acceso a la información por otros medios. Imaginen cómo era en la Edad de Bronce, cuando ya no estaban grabadas en piedra, estas leyendas originalmente no relacionadas de este pueblo colectivo, estaban más fácilmente sujetas al adorno en la integración cultural. Durante varios siglos, esto sucedió con cada generación transmitiendo las historias a la siguiente.

Por la época en que los fenicios reinventaron el texto silábico, alrededor del siglo X a. C., todas las leyendas antiguas han evolucionado, se han mejorado, se han exagerado o se han visto influidas por las religiones vecinas y las dinámicas políticas. Algunos expertos actualmente reconocen cuatro fuentes solo para el Pentateuco, los cinco libros de Moisés. De acuerdo con la hipótesis documental de Wellhausen, estos colaboradores olvidados hoy se conocen como los Yahwistas del 950 a. C. en el reino del sur de Judá, los Elohistas del 850 a. C. en el reino del norte de Israel, los Deuteronomistas del 600 a. C. en Jerusalén durante un período de reforma religiosa y los escritores sacerdotales —que incluirían a Esdras— que eran los sacerdotes judíos en el exilio en Babilonia.

La erudición moderna no acredita a Moisés como el autor de nada. Una de las razones es que Moisés no pudo haber escrito póstumamente sobre su propia muerte en retrospectiva, como se detalla en Deuteronomio, y peor aún, evidentemente Moisés nunca existió tal como se lo describe. A medida que el folklore cambia con el tiempo y se traspasa a través de diferentes grupos tribales, muy a menudo hasta los nombres de los personajes centrales cambian, así como Roma tenía nombres diferentes para los dioses y héroes de los mismos mitos que tenían en Grecia, lo mismo sucede también en la mitología semítica antigua. Por ejemplo, parece que el personaje ahora conocido como Moisés es en realidad una compilación de varios antecesores de mitos anteriores, el más obvio de estos es Hammurabi el dador de leyes de Babilonia. Recibió la estela de la ley del dios sol Shamash unos 500 años antes de que supuestamente viviera Moisés, que generalmente se estima en alrededor de 1250 a. C. Por otra parte, la principal diferencia entre estas dos figuras es que la estela de la ley es un obelisco real de ocho pies de altura y que se exhibe en el Museo de Londres, mientras que el Arca de la Alianza es una de esas cosas que parece que solo existe en las películas.

Egipto proporcionó otro precursor en la forma de Djadjamankh, el sacerdote ritual del faraón Seneferu, de la Cuarta Dinastía del Imperio Antiguo en el siglo 25 a. C. Uno de los cinco cuentos incluidos en el Papiro Westcar detalla un viaje en el que Seneferu tomó una veintena de jóvenes hermosas, las desnudó a todas, y las puso en su largo bote para poder apreciar la vista mientras remaban por el lago. (¡Es bueno ser el rey!). Una de estas chicas accidentalmente dejó caer un adorno de turquesa por la borda y se molestó tanto al respecto, que Seneferu llamó a Djadjamankh, que era este mago sacerdotal, y Djadjamankh lanzó un hechizo que tomó el lago y lo plegó sobre sí mismo, como mirando debajo de una manta, para que Seneferu pudiera juntar el adorno de turquesa y convertirse en un héroe para una doncella esclava en topless. OK, esto no es del todo Cecil B. DeMille… Pero hace que uno se pregunte cómo la historia de Moisés abriendo el Mar Rojo pudo haber sido tan significativa en la misma tierra donde ya habían escrito esta farsa satírica más de mil años antes. Y pienso que la historia original era mejor.

En su libro «Engaños y mitos de la Biblia», Lloyd y Elizabeth Graham describen paralelos entre las historias de Moisés y Sargón. A continuación, la lectura: “El mito tejido sobre el legendario Sargón I, 2750 a. C., se asemeja sorprendentemente a la historia temprana de Moisés, es decir, su infancia. Esta parte es dada solamente por la fuente elohista: «Cuando ella, la madre de Moisés, ya no pudo ocultarlo, lo puso en un arca de juncos y la cubrió con lodo y brea. Ella puso al niño allí y lo dejó en la orilla del río.» —Eso es Éxodo 2:3—. Y en las tablas de Kouyunjik, Sargón cuenta su historia: «Mi madre, la princesa, me concibió; con dificultad me dio a luz. Ella me puso en un arca de juncos, con betún selló mi salida. Ella me lanzó a un río que no me ahogó. El río me llevó hacia Akki, la aguatera. Akki, la aguatera, con ternura me recogió…». En reconocimiento, Sargón nombró a su capital Acadia, llamada por los semitas Akkad, y Akkad estaba cerca de la ciudad de Sippara. Recuerden que la esposa de Moisés se llamaba Zipora». Demasiadas coincidencias.

Partes de la historia también se repitieron en el Nuevo Testamento, excepto que esta vez fue el rey Herodes quien trató de matar a todos los bebés para matar a Jesús. Hay muchos paralelismos entre Jesús y otros dioses pre-cristianos, pero no tengo tiempo para entrar en eso, solo estamos hablando del Génesis hoy. También es importante saber que algunos paralelismos no son precisos. He leído a Kersey Graves, he visto «Zeitgeist», ambos están llenos de errores, pero hay algunos predecesores como Dioniso, Prometeo y Krishna que pueden confirmarse positivamente.

Luego tenemos un descubrimiento, un descubrimiento significativo, a mediados del siglo XIX, donde tenemos 22.000 tabletas de cuneiforme descubiertas en Nínive, y tuvimos a George Smith trabajando en el Museo de Londres quien estaba aprendiendo cuneiforme y comienza a traducir todo esto, y se encuentra con historias sumerias. Se encuentra con historias de la Biblia, pero son más que los nombres lo que cambia, es el significado de la historia en algunos casos lo que cambia. Y encontró mucho más que la historia de Noé, encontró varias otras, Voy a mencionar algunas de ellas.

Noé, por ejemplo, originalmente fue conocido como Ziusudra en Sumeria, Atrahasis en Acadia, Utnapishtim en Babilonia, y cada uno de estos relatos varía entre sí y también respecto de la Biblia, aunque muchos pasajes literales son compartidos por la mayoría, todos claramente hablan del mismo evento al que refiere la Biblia. Un diluvio local centrado en la ciudad de Shuruppak al final del período Yemdet Nasr, alrededor de 2900 a. C. Estos tres mitos, o al menos dos de ellos, describen la profundidad de la inundación como de 15 codos, que son aproximadamente 22 pies (8 metros). Y en llanura aluvial iraquí bajo 22 pies de agua, no verías nada más que las copas de los árboles. Y en la versión de Gilgamesh —es un poco más horrenda que la versión de la Biblia porque describe el agua embalsada por cuerpos flotantes cuando las barcazas se detienen por ahí, y liberan al cuervo para encontrar la tierra y todo eso. Hay tantos paralelismos que no puede estar hablando de algo diferente… Ahora, en lugares cercanos hallarán otros mitos, como en Grecia donde hablan del Gran Diluvio, pero el diluvio del que hablan es diferente porque la gente huye de él refugiándose en las cimas de las colinas, y otros mitos como en China. No tienen los mismos mitos en todo el mundo: en China, tenían un rey que perdió una batalla y se enfureció, así que subió a la cima de una montaña, lanzó su lanza con furia, golpeó el cielo y abrió un agujero en el firmamento que dejó caer toda el agua que inundó China. Y luego tuvieron que llamar a la diosa Nüwa para que viniera a limpiar todo.

Entonces, hay mucha evidencia geológica del diluvio en Shuruppak, pero también tenemos evidencia arqueológica, una de ellas es la Lista Real Sumeria, en tres copias, una de las cuales estaba en la Biblioteca de Asurbanipal. Este es un documento increíblemente antiguo, uno de ellos es un cilindro cuneiforme y dice que la realeza descendió del cielo —o cuando la realeza descendió del cielo—, Alulim se convirtió en el primer rey y gobernó durante 28.800 años. El siguiente rey gobernó durante 36.000 años y fue seguido por media docena de otros que gobernaron de 43.200 a 18.600 años cada uno. Luego, las inundaciones arrasaron, y luego tenemos un par de docenas de reyes más que rara vez gobernaron por más de mil años. Uno de ellos solo gobierna durante 140 años. El más reciente de los reyes predinásticos fue confirmado de manera independiente a través de evidencia epigráfica como perteneciente al 2600 a. C. No hay duda de que ninguno de estos tipos vivió tanto tiempo, y no sé si es posible calcular las edades en tiempo real, a veces se puede obtener la respuesta correcta al dividir entre 12, a veces se puede obtener al dividir por 10, es una escala móvil. Usamos un sistema numérico de base 10 —salvo que nos falten dedos—, y el suyo es un sistema increíblemente complejo de base 60. No tenían un cero, y esa era una de las complicaciones de sus matemáticas. Su sistema de base 60 estaba compuesto por “sars”, que son unidades de 3.600, “ners”, que son unidades de 600, y “soss”, que son unidades de 60. Así que pueden imaginarse tratando de calcular la edad de las personas. De repente… —¿Cómo era? ¿Matusalén, 900? ¡Vaya cosa!

Enûma Elish, uno de los mitos más antiguos de la creación —creo que es el más antiguo— habla de la creación no en siete días, sino que está escrito en siete tablas y detalla siete generaciones de dioses. La clave es que la sexta generación creó al hombre para completar la creación, por lo que la séptima generación de dioses podría descansar. —¿Ven un paralelismo allí?— El tema se repite en la Epopeya de Atra-Hasis donde Elohim esencialmente dijo: «hagamos al hombre a nuestra imagen» y lo hicieron usando un hechizo de golem, que es un hechizo semítico tradicional donde se hace una estatuilla de arcilla y luego, o pones un hechizo o pones una cruz ansada en su boca y respiras en ella el aliento de la vida y de esa manera la animas. Este es un paralelismo con Génesis 1, porque estaba este dios sacrificado, y luego había 7 hombres y 7 mujeres que fueron hechos de las estatuillas de arcilla que fueron limpiadas y empapadas en la sangre del dios sacrificado. Esto es opuesto a Génesis 2 donde… En Génesis 1 tenemos a hombres y mujeres siendo creados juntos, y en Génesis 2 tenemos a un hombre siendo creado por sí mismo, y su consorte siendo creada como una ocurrencia tardía de un dios distraído y no del todo omnisciente.

Recuerden que el nombre «Adamah» significa «hombre de la tierra roja o arcilla roja». También en una colección de documentos cuneiformes está la leyenda de Adapa, también conocido como Adamu: «La «semilla de la humanidad» fue llamada ante los dioses, se le advirtió que no comiera ni bebiera nada que se le ofreciera, porque se pensaba que los dioses lo envenenarían, pero en vez de darle la comida de la muerte, le ofrecieron la comida de la vida eterna y se negó, como le ordenaron hacer. Le ofrecieron al agua vida eterna, y él la rechazó también. Le ofrecieron ropa y él se vistió. En consecuencia, se le negó la inmortalidad y regresó a la Tierra para llevar la enfermedad y el mal a los cuerpos de todas las personas».

Ahora pasemos a Eva. En la Epopeya de Gilgamesh, el hombre salvaje Enkidu se da cuenta de que está desnudo por primera vez en su vida luego de haber sido seducido por una ramera que se convirtió en su Eva. El dios Enki —en otra historia— incursiona en el jardín sagrado de Inanna y come varias frutas prohibidas. Es atrapado por la guardiana del jardín —no se sabe bien, creo que es Ninhursag. La diosa Ninhursag perdona su transgresión y tiene varias hijas para curar cada una de sus heridas. Una de ellas se llama Ninti, «hija nacida de la costilla», porque fue creada para cerrar la herida de su costado. En la leyenda del árbol Huluppu, Gilgamesh, el dios-rey, interpreta el papel de Dios en Génesis mientras camina por el jardín secreto —esta vez atribuido a Inanna— donde se encuentra a la doncella oscura Lilit junto a «una serpiente que no podía ser domada”, ambas en un árbol divinamente elegido. Lilit fue finalmente elegida como la primera esposa de Adán en la leyenda talmúdica. Gilgamesh sacó su hacha, abatió a la serpiente que no conoce encanto y, en el medio, la doncella Lilit derribó su casa y huyó.

El personaje de Lilit es interesante porque finalmente fue integrado en la historia del Jardín del Edén, en dos lugares, —como una interpretación muy parecida a la de Satanás. En algún momento la historia fue que hubo hombres y mujeres creados al mismo tiempo y Eva —o Lilit, mejor dicho— quería estar en la misma posición, —estas son las historias dadas por los rabinos— y Eva quería —o Lilit quería— una posición de igualdad. Adán quería que ella fuera servil, él quería ser dominante, y ella escapó del Jardín porque sabía el nombre secreto de Dios y eso le dio la capacidad de volar. Y luego, más tarde, la vemos haciendo el amor con demonios en la orilla del Mar Rojo y hay todo tipo de historias descabelladas sobre ella, pero luego regresa como una mujer despreciada por la mujer más joven, —que es la verdadera Eva, que fue creada más tarde— y luego Lilit es presentada como la serpiente.

En ningún lugar la Biblia implica que se suponía que la serpiente en el Jardín fuera algo más que una serpiente parlanchina, —pero hoy es una creencia común— ni tampoco el contexto de la historia permite que pudiera haber sido Satanás. En la Edad Media hubo una interpretación muy diferente, que fue sostenida por muchos judíos y cristianos. Virtualmente cada interpretación renacentista de la tentación de Eva, de un relieve en la Catedral de Notre-Dame hasta el techo de la Capilla Sixtina, la serpiente es típicamente representada como una mujer, por lo general en forma de una naga. Tenemos el torso de una mujer saliendo del cuerpo de una serpiente. Pero el Talmud viene más tarde que la Biblia y se supone que solo estoy hablando de los orígenes de la Biblia.

Muchos de los elementos del Nuevo Testamento se encuentran también entre las antigüedades semíticas y sumerias. Por ejemplo, notamos que la idea de que Satanás gobierna sobre el infierno proviene de Ereshkigal, la diosa mesopotámica del inframundo, básicamente al igual que el Hades griego que gobierna la tierra subterránea de los muertos. Originalmente, todos los que morían iban al mismo lugar, luego, después del siglo VII a. C., el Zend Avesta de Zarathustra ofrece una selección de opciones según los juicios de tus obras en vida. Los buenos y los justos ascenderán al reino de justicia y verdad gobernado por Ahura Mazda, también conocido como Ormuz, mientras que los hombres malvados descienden al reino de la mentira gobernado por Ahriman «el adversario», y se considera que la religión zoroástrica ha influido profundamente en la desarrollo del judaísmo posterior más que cualquier otra secta, y en hebreo el término «el adversario» se pronuncia «ha-shatán», Satanás. El concepto de Satanás es un compuesto de múltiples personajes también, pero aquí solo estamos hablando de Génesis.

Así que, además de las referencias talmúdicas y renacentistas a Lilit, noten que cada uno de estos elementos destacados de los mitos del Génesis apareció en una colección de fábulas originalmente no relacionadas, de al menos mil años antes, y que a menudo fueron escritas por los tatarabuelos de los autores bíblicos. Noten también que la investigación moderna, tan crítica de la creencia cristiana, no está vinculada en ninguno de estos aspectos. Así que no es posible que el Génesis contenga los acontecimientos originales íntegros o precisos. Las versiones actuales de estas historias claramente no existían en esa forma inicialmente. La mitología mesopotámica antigua evidentemente evolucionó a lo largo de muchos siglos de mejoras ocasionales, de modo que las antiguas leyendas se adaptaron e integraron con la cultura emergente del judaísmo. De modo que cuando los fenicios escribieron versiones más recientes de estas historias, hace unos 3000 años, las revisiones más familiares finalmente surgieron como un plagio del politeísmo anterior.

También hubo un mito de creación egipcio —el dios cabeza de toro Jnum— que formaba a personas y animales en una rueda de alfarero, y luego su consorte Heqet les ofrecía el aliento de vida a sus golems de arcilla, representado por una cruz anzada, apoyándola contra la nariz. Entonces, esto también es un precedente de Génesis 2, y aquí es donde llegamos a de dónde surgieron los dioses y los espíritus.

La arqueología del politeísmo pre-judaico muestra que Yahweh, —o Yahwah, Yahwho, Jehová— fue originalmente parte del panteón semítico descendido del dios padre El. Érase una vez, hace unos 2800 años, incluso se lo describió con una esposa: Asera, aunque eso puede haber sido parte de su asociación unificada con El. La consorte de El, Athirat, puede haberse convertido en Asera, tal como El y Yahweh se fusionaron en Yahweh-El, a quien los musulmanes llaman Alá, «El Dios», y los cristianos llaman a Abba «El Padre». Los dioses compuestos eran bastante comunes, por ejemplo el concepto trinitario de Jesús comparte una identidad con El-Alá-Abba-Yahweh, y de manera similar, en la trimurti hindú, Krishna es la Suprema Personalidad de la Divinidad de Rama Rama Shiva. En una época todos los dioses, incluido Yahweh, o eran mágicamente vueltos mortales, como la sexta generación divina en Enûma Elish, o eran elementales antropomorfizados, como el río Apsu que se hundía en su amante Tiamat, la diosa espiritual del océano. Amón fue ambos en distintas épocas, al igual que Yahweh.

A medida que la deidad se hacía más poderosa a los ojos de los devotos, la esposa se convirtió en una especie de estorbo, restringiendo el aspecto elemental en forma humana. Eventualmente, las esposas de ambos dioses fueron descartadas y las deidades siguieron caminos paralelos, a pesar de que Yahweh fue más típicamente representado como un dios volcánico y Amón era un dios del aire tebano. En su estado elemental completo se volvió invisible, lo que significaba que podía estar en cualquier parte, lo que significaba que también podía estar en todas partes, y así es como te vuelves omnipresente. Sentimos que la brisa se mueve contra nuestros cuerpos todo el tiempo. Como nadie entendía aún que el aire estaba compuesto de partículas químicas, pero todos sabían que morirías si no podías respirar, entonces se creía que el movimiento del aire era de alguna forma espiritual. A Yahweh también se le concedió este aspecto, de modo que cuando Génesis 1:2 dice: “solo el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”, están hablando del viento.

El faraón Amenhotep es comúnmente reconocido por haber creado la primera religión verdaderamente monoteísta. Lo hizo con un compuesto de dos dioses, como Yahweh-El. Amenhotep combinó a Amón, el dios del aire, con Ra, el dios del disco solar Atón. Así, creó Amón-Ra, algo que siempre nos estaba mirando desde arriba, y que tenía el espíritu para tocarnos en cualquier parte del mundo. Entonces Amenhotep cambió su propio nombre a Akhenatón. Este dios podía ser visto y sentido. ¿Qué otra deidad podría competir con esto?

Hay muchos paralelismos entre muchos dioses y héroes distintos, tantos, que es obvio que los creadores de mitos toman prestados poderes y aventuras de tradiciones antiguas, por lo que la caja de Pandora se lee como un paralelo de la historia de Eva. También parece que el pueblo hebreo exageró a su dios todo lo necesario para hacerlo más grande y mejor que el de todos los demás. “Oh sí, bueno, mi dios puede hacer lo que quiera. Si quiere que una cosa sea, la expresará, se manifestará de la nada”. Algo como eso.

Las deidades del desierto a menudo se representaban como un djinn —cuyo plural es djinni. La literatura islámica primitiva describe los djinni como elementales de aire tortuosos, usualmente confinados en botellas o lámparas. Pero a menudo se los describía como espíritus nómadas que vagaban libremente, por lo que los torbellinos errantes se llaman «demonios de polvo». También hay una fuerte similitud entre la versión medieval del djinn y nuestra versión de Dios. ¿Recuerdan cómo Elías fue llevado al cielo? En un torbellino. Así que la transición es fácil para Yahweh porque su nombre siempre funcionó perfectamente para un dios del aire. Supuestamente decimos su nombre cada vez que respiramos por la boca. Y a lo largo del tiempo, cuando se compuso la Biblia, sus autores comúnmente creían que el primer aliento de un niño era cuando se infundía con el espíritu, y por lo tanto se convertía en un ser vivo. Y, por supuesto, el diluvio en Génesis 7 estaba destinado a ahogar todo lo que tenía el aliento de la vida.

De hecho, el único comentario sabio que pude encontrar en la totalidad de la Biblia, muestra una vez más, mejor que cualquier otro pasaje, cómo nuestra noción de espiritualidad en realidad proviene de un malentendido sobre los aspectos naturales del aire: «Me dije a mí mismo acerca de los hijos de los hombres, Dios los ha probado para que vean que no son más que bestias. Porque el destino de los hijos de los hombres y el destino de las bestias es el mismo. Como muere uno, así muere el otro; de hecho, todos tienen el mismo aliento y no hay ventaja para el hombre sobre la bestia, porque todo es vanidad. Todos van al mismo lugar. Todos vinieron del polvo y todos regresan al polvo. ¿Quién sabe que el aliento del hombre asciende hacia arriba y el aliento de la bestia desciende hacia la tierra? He visto que no hay nada mejor para el hombre que alegrarse con lo que hiciere, porque esa es su parte. Porque, ¿quién lo llevará a ver qué ocurrirá después de él?». Eso es Eclesiastés 3:18-22. Esto es según la New American Standard Bible. La New Revised Standard Version, la American Standard Version y la King James Version, todas reemplazan la palabra «aliento» con la palabra «espíritu». Esta traducción ilustra elocuentemente el origen gaseoso de la creencia del hombre en su propia alma. —En otras palabras, «es demasiado aire caliente».

En cuanto al cambio impetuoso del nombre de Yahweh o su imagen del terrorífico dios volcánico que fue descrito en el Éxodo, en el de un dios del aire relativamente sutil, un escenario probable creo que proviene de una vieja película de Arnold Schwarzenegger. Conan el bárbaro sostiene que «mi dios es fuerte, más fuerte que esta montaña», y su compañero, —que adora los cuatro vientos, que en realidad era una religión en ese momento— dice que su dios es mayor, su dios es el cielo eterno, «tu dios simplemente se sienta debajo de él».

Entonces, ¿qué precede a todo esto, de dónde vienen todas estas otras religiones? Lo que vemos en común es que hay involucradas estatuillas de arcilla. Entonces, lo que tenemos es gente que hace cosas de barro, y hacen algo que parece un animal y se convierte en un artista consumado, y luego fanteasean: ¿no sería genial si pudiéramos hacer que esto cobrara vida? Tal vez si pudiéramos aplastar sangre en ella, o forzar la respiración, y hacer que cobrara vida de esa manera. ¿No sería genial si pudieras hacer eso? Entonces seríamos dioses. Así es como se nos ocurre esto. Alguien, por supuesto, da el siguiente paso lógico y dice: «¡Bueno, ey! Tal vez es de donde venimos».

Y yo diría… que creo… que el Génesis no contiene más verdad que eso.

Final.

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