En el año 2002 a poco estuvo de aprobarse un ridículo proyecto de ley sobre delitos informáticos, que afortunadamente fue desactivado gracias al accionar de distintos grupos sociales.
Recientemente, se ha elaborado un nuevo proyecto de ley con el objetivo de modificar el código penal argentino para cubrir los delitos realizados mediante herramientas informáticas. Si bien este nuevo proyecto está mejor elaborado que el anterior, existen en él varios puntos que, de no ser modificados, implicarían un peligroso avance contra la libertad en nuestro país.