El escrutinio privatizado

Desde el año 1997 el escrutinio provisorio de las elecciones nacionales argentinas es realizado por una empresa privada. Hasta el año 2017 inclusive, la tarea se encomendó a la empresa española Indra. En las elecciones presidenciales de 2019, la beneficiada fue la empresa venezolana Smartmatic.

El escrutinio provisorio argentino

Hoy, ante múltiples irregularidades en el proceso de implementación de un nuevo sistema de transmisión de «telegramas» y escrutinio provisorio, muchos cuestionamos (entre otras cosas) el rol de Smartmatic. Casi inmediatamente, somos acusados de querer que Indra vuelva a hacerse cargo del proceso. La cuestión se plantea como un falso dilema, sin que nadie parezca plantearse la pregunta más obvia: ¿es necesario depender de una empresa privada para poder publicar los resultados provisionales de las elecciones el domingo por la noche?

¿Qué hace la empresa contratada para la realización del escrutinio provisorio?

Considerando el sistema que se usará en las elecciones presidenciales de 2019, primero enumeremos qué no provee la empresa contratada.

  • Las impresoras multifunción que ofician de escáneres, las netbooks y los módems 3G/4G que son llevados a las 11.000 escuelas y 1.100 centros de transmisión de Correo Argentino son provistos por el Estado.
  • La conectividad a Internet es provista por los 3 proveedores de telefonía celular de la Argentina.
  • La infraestructura de servidores y red donde se reciben los «telegramas» digitalizados es provista por Correo Argentino.
  • El espacio físico, los puestos de trabajo y las computadoras que utilizan los operadores que visualizan los «telegramas» y cargan los valores también son provistos por el Correo Argentino.
  • Los servidores donde se publica el resultado del escrutinio provisorio también son provistos por el Correo Argentino.

Entonces, finalmente, ¿qué provee la empresa contratada para el escrutinio provisorio?

  • El software que se ejecuta en las netbooks, que escanea los «telegramas» en papel, produciendo archivos con las imágenes correspondientes y transmitiéndolos luego de forma segura a un servidor central.
  • El software que permite a los operadores visualizar las imágenes de los «telegramas» y cargar los valores correspondientes, realizando luego la totalización, que se ejecuta en los servidores de Correo Argentino.
  • El software que publica los resultados obtenidos en el proceso, que también se ejecuta en los servidores de Correo Argentino.
  • Los operadores de transmisión (en las escuelas) y de carga (en las instalaciones de Correo Argentino) de los «telegramas», que en realidad no son empleados de la empresa, sino personas contratadas por el día a través de consultoras de recursos humanos.

¿Hace falta una empresa para esto?

¿Hace falta una empresa privada para hacer un software que escanee y transmita imágenes, otro para que las muestre en una pantalla permitiendo la carga de datos y realizando la totalización, y otro para que publique los resultados? Claramente, no. ¿Hace falta una empresa para subcontratar unos 11.000 operadores de transmisión y 1.800 operadores de carga durante una noche (más la capacitación y las pruebas)? Seguramente tampoco.

De hecho, sin ir más lejos, tenemos en la Argentina dos buenos ejemplos recientes de provincias que se han encargado de esta tarea por sus propios medios. Uno es la Provincia de Chubut. Aquí podemos ver una foto del reducido equipo de informáticos que realizó el sistema de escrutinio provisorio para las elecciones provinciales de 2019:

Otro ejemplo notable es el de la Provincia de Santa Fe, que a lo largo de 3 años desarrolló un sistema para transmitir los «telegramas» digitalmente desde las escuelas y realizar el escrutinio provisorio y la publicación de resultados, reuniendo personal informático estatal, investigadores y docentes universitarios e integrantes de ONGs para el diseño, el desarrollo y la implementación (realizada de forma progresiva). Aquí podemos ver la primera experiencia realizada en 2017:

Si un Estado provincial tiene los recursos técnicos, humanos y económicos para realizar esta tarea, ¿por qué no puede hacerlo el Estado nacional? En definitiva, los sistemas para transmitir los resultados de las casi 8.000 mesas de Santa Fe y los resultados de las casi 100.000 mesas de la Argentina no pueden ser demasiado diferentes (salvo cuestiones de escala y complicaciones de logística que de todas formas son resueltas por el Correo Argentino). ¿Por qué los gobiernos de los últimos 22 años (todos y cada uno) decidieron tomar el atajo de contratar a una empresa para «resolver el problema»?

Sería bueno que en vez de discutir si el escrutinio de las elecciones nacionales tiene que hacerlo Smartmatic, Indra o la próxima empresa que aparezca (por lo general, transnacional), el Estado argentino decidiera encarar el desarrollo de una solución para que los resultados del domingo a la noche no dependan del buen desempeño de una empresa. Y no es que una o varias empresas no puedan participar del desarrollo de las herramientas o de otras tareas como las pruebas y las auditorías, en tanto la solución resultante sea propiedad del Estado.

Y además se contaría con una ventaja adicional: el software utilizado podría distribuirse no sólo a los partidos políticos sino a la población en general, sin problemas de derecho de autor. En definitiva, no sería necesario violar ni el artículo 108 del Código Electoral Nacional ni la acordada 3/2017 de la Cámara Nacional Electoral. Todo por el mismo precio (pagado una sola vez, y no cada dos años).

13 comentarios sobre “El escrutinio privatizado

  1. Tu comentario parece aplicar a cualquier tarea, no ? De última, el estado puede hacer cualquier cosa que sea humanamente posible. El saneamiento público parece ser un buen ejemplo.

  2. Claro y conciso como siempre Javier. Ojalá sigas con esta lucha de divulgación a pesar de los palos en la rueda y las acusaciones cruzadas con todos los que se regodean en su ignorancia.
    Abrazo grande

  3. Muy bien exposición del problema que generan estas contrataciones de software. Son una estafa a nuestros recursos y deberían ser penalizados los responsables.

  4. Otra alternativa es un estado transparente comprando una soluciin especifica a un privado competente. Pero si el plan es estafar al contribuyente no hay condiciones.

    1. Si leés bien lo que escribí, la opción de comprar a un privado es totalmente válida. Pero comprar no es alquilar: el software debe ser adquirido por el Estado, teniendo este la libertad de hacer luego lo que quiera con él.

  5. Hace veinte años (20) que me encargo del análisis de los resultados electorales en mi empresa en España. De todas las elecciones sólo en dos ocasiones la empresa encargada ha sido una distinta de Indra. ¿Cuantas veces hemos tenido problemas con los datos suministrados? Dos veces, exactamente cuando la empresa encargada de la gestión informática de los datos no era Indra.

    No defenderé a Indra como empresa, pero si que defiendo que Indra sabe gestionar los datos que se mueven en unas elecciones.

    Por supuesto que me gustaría que el sistema de gestión de datos electorales fuera libre y poder escrutar su código en algún repositorio Git, por ejemplo… pero si se va a contratar a una empresa prefiero que sea Indra a cualquier otra, sé que no habrá sorpresas y los datos serán entregados bien y a tiempo.

  6. Volvamos al conteo a mano por favor… las actas son ejecutadas por ignorantes o vivillos, lo he visto cuando estaba trabajando «obligada» por un municipio peronista en las elecciones desde el 2003… los presidentes de mesa k cometen errores gravisimos de sumas y patotean a los fiscales para que no puedan ver los errores que hay a favor de ellos…
    Estoy indignada, siempre dijiste que los sistemas informáticos para las elecciones son peligrosas por los posibles jackeos o errores en los softwares y nadie hizo nada.

  7. Hola Javier, aprovechando esta cuestión acerca del escrutinio quiero resaltar la importancia del software libre y por qué debería ser exclusivo su uso en instancias tan importantes como las elecciones, si es que realmente pretendemos los argentinos ser democráticos y defender la libertad.
    Me pregunto de hecho si es posible que desde el Estado nacional se financie el desarrollo de un sistema integral de votación electrónica, íntegramente basado en software (y de ser necesario hardware) libre que permita de una vez implementar de forma transparente (exceptuando el secreto del voto) un sistema propio que todos los ciudadanos podamos acceder y controlar (directa o indirectamente). Pregunto sin retórica porque lo desconozco: ¿no sería mejor esto que gastar recursos financiando soluciones parciales (y encima propietarias)?

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