Los programadores somos, casi por definición, productores de software. Esto es, producimos programas (que muchas veces hasta son llamados «productos», según la definición que dicta el marketing). El gran sueño de muchos programadores es desarrollar un «producto» implementando una idea innovadora (o cubriendo un nicho insatisfecho) y vender una gran cantidad de copias, multiplicando las ganancias.
Esta visión, lentamente, está cambiando. Por un lado, las historias de aquellos que hicieron una fortuna (o establecieron una posición económica) mediante la venta de licencias de un programa son, a la vez, cada vez más lejanas y menos frecuentes. Pero, si empezamos a vernos a nosotros mismos también como consumidores de software, el razonamiento cambia radicalmente.
Comparemos
Tomemos como ejemplo el desarrollo de un programa que le demande 5 años de trabajo a un programador altamente calificado y que requiera de las siguientes herramientas:
- Sistema Operativo.
- Compilador.
- Entorno de desarrollo: Depurador, editor de textos, etc.
- Herramientas de modelado: Herramientas para hacer diagramas de diseño, documentación, etc.
- Motor de base de datos.
El lapso de 5 años no es arbitrario: es una buena cota superior del tiempo pasado el cual un desarrollador debe renovar las herramientas que utiliza, si es que desea mantenerse actualizado. (Si lo prefiere, puede suponer la suma de varios desarrollos de menor envergadura, hasta llegar a cubrir dicho tiempo).
Comparemos entonces la cantidad de líneas de código «producidas» respecto de las «consumidas». El cociente será seguramente bastante cercano a cero. Desde este punto de vista, aún cuando un programador sigue produciendo software, su rol de consumidor es, por mucho, más relevante.
Alguien dirá que al vender muchas licencias del programa producido, su valor se multiplicará. Esto no es así, teniendo en cuenta que, para poder ejecutarse el programa requerirá, nuevamente, de un sistema operativo y del motor de base de datos. No es poco común ver a un programador cobrar determinada suma de dinero por un desarrollo y a su cliente desembolsar bastante más por licencias del software requerido para que funcione.
Un mal negocio
Entre los programadores independientes (o pequeñas empresas de desarrollo) es práctica común usar software sin pagar por sus licencias, con lo cual parte del análisis anterior no los afecta demasiado. Pero sus clientes (y cada vez más) no tienen opción.
Por ejemplo, un sistema que requiera de un servidor con el sistema operativo Windows 2008 y el motor de bases de datos Microsoft SQL Server 2008 para su utilización en 25 puestos de trabajo, requerirá el pago de más de u$s 10.000 en concepto de licencia de uso de dichos productos (en la Argentina, marzo de 2010). ¿Cuánto deberá trabajar el programador para cobrar una suma de dinero similar?
Claramente, esta forma de ver el negocio no tiene mucho sentido (a no ser para aquellas empresas de desarrollo que además son agente de ventas de quienes proveen el software de base y se llevan una jugosa comisión).
Quizá sea por este motivo que las empresas proveedoras de herramientas de desarrollo y software de base invierten tanto dinero para que los programadores se pongan «su camiseta», recurriendo para esto a discursos motivadores, aportes a instituciones educativas, descuentos, tazas de café, etc.
Asumir que esta es una situación natural es resignarse a ser, ya no un productor, sino un mero promotor de la venta de productos de otro (con un esfuerzo y un riesgo bastante altos).
Una buena alternativa
Debemos reconocernos a nosotros mismos, antes que como productores, como consumidores de software. De esta manera, la salida es clara: debemos reducir los costos de la «materia prima». Debemos, en la medida de lo posible, utilizar software que no requiera el pago de licencias de uso. De esta manera disminuyen sensiblemente los costos para el desarrollador, como así también los costos extra del cliente. (Y cliente que gasta menos en licencias, tiene más dinero para pagarle al programador).
Si el sistema del ejemplo anterior pudiera correr en un servidor con GNU/Linux y el motor de bases de datos PostgreSQL tendría más de u$s 10.000 de «ventaja» en condiciones similares.
Otro punto importante es el ahorro en hardware, al utilizar productos que reduzcan los requerimientos en este aspecto (característica que distingue a muchos programas libres, respecto de sus contrapartes privativas), aunque dicho análisis escapa al objetivo del presente artículo.
¿Por qué no?
Existe una marcada reticencia en ciertos programadores a analizar seriamente esta alternativa. Dejaremos de lado, por supuesto, el caso de aquellos que actúan, además, como agentes de venta de los proveedores de software de base (su caso es más que claro: ellos se benefician por ambos lados). Analizaremos algunas de las objeciones más comunes:
El sistema operativo libre «X» es difícil de usar. No lo entiendo
En casi todos los casos, «X» se refiere al sistema operativo GNU/Linux (el sistema operativo libre más difundido). Quizás el programador en cuestión haya tenido una mala experiencia tratando de usar alguna versión mal configurada u obsoleta. Seguramente tampoco haya dedicado demasiado tiempo ni esfuerzo a aprender los conceptos básicos (que no son, precisamente, como usar los botones del mouse), y se alejó cual la zorra de Esopo murmurando «están verdes».
De esto no se desprende que GNU/Linux sea tán fácil, cómodo o agradable de usar que Windows 7 (o más), pero tratándose de un profesional y habiendo tanto dinero de por medio, bien merece algún pequeño sacrificio.
En la empresa en donde se implanta mi sistema usan Windows
Aquí hay una amplia variedad de casos. ¿Usan Windows en los equipos de escritorio? Asumiendo que ya han pagado las licencias (por el tiempo que reste hasta la actualización de los equipos), de todas maneras podría significar un ahorro importante a nivel de los servidores. ¿Usan Windows en los servidores? Proveer una aplicación que no lo requiera, puede significar un valor agregado interesante.
En la mayoría de los casos en que la empresa «usa Windows» es porque las aplicaciones existentes lo requieren. No es, por lo tanto, una excusa para no proveer una alternativa que posibilite un ahorro importante (si no en lo inmediato, en el mediano plazo).
Estoy acostumbrado a desarrollar en (y para) Windows
Todos sabemos que los programadores disponemos de poco tiempo para mantenernos actualizados y lo costoso que resulta abordar el aprendizaje de una nueva tecnología. Cada quién sabrá si realmente se justifica el esfuerzo, poniendo en la balanza costos y beneficios (o, según el planteo de este artículo, costos y ahorros).
No hay un equivalente libre de la herramienta «Y»
Es cierto que en algunos casos (no tantos como se alegan) no hay equivalentes libres a ciertas herramientas privativas. ¿Y aquí termina el análisis? ¿No merece la pena indagar sobre alguna alternativa? ¿Tan útil es la herramienta «Y» que se hace imprescindible e indiscutible?
Si alguien depende exclusivamente de una determinada herramienta para desarrollar software, entonces se encuentra ante un problema bastante más grave que el gastar dinero en licencias de uso. (Preguntar a desarrolladores en Delphi, Visual Fox, Clarion, entre otros. Pero este tema también excede el alcance del presente artículo.).
No hay un equivalente libre del motor de bases de datos «Z»
Aquí «Z» suele tomar la forma de MS SQL Server, Oracle o DB/2. La afirmación suele hacerse seguida de alguna frase que parece extraída de una publicidad del proveedor correspondiente. La realidad es que existen numerosos motores de bases de datos libres, como por ejemplo MySQL para pequeños volúmenes de información, o PostgreSQL que no tiene ninguna característica importante que envidiarle a ningún otro producto.
En el caso de programas libres, nadie me ofrece el soporte que me da la empresa «W»
¿Enserio? Prácticamente todos los programas libres importantes, cuentan con ofertas de soporte incluso mejores que las que puedan conseguirse respecto de programas privativos. Por un lado, el soporte ofrecido es de mejor nivel, ya que se ofrece a nivel de reparación de errores en el código fuente y, por otro, muchas veces existen múltiples proveedores de soporte, que compiten entre si (en el mundo del software privativo el soporte es un monopolio del fabricante).
Porque no
Es cierto que hay algunos casos en donde no hay alternativa (la utilización de determinada tecnología puede ser impuesta como un requerimiento), pero en la mayoría de los casos la situación es que el programador se encuentra «atado» a sus herramientas.
En algunos casos, porque las han utilizado durante mucho tiempo (y tienen una gran cantidad de código desarrollado ligado a ellas) y en otros porque han «comprado» el discurso de su productor, muchos programadores se resisten a realizar cualquier análisis que tenga que ver con cambiar sus herramientas. El caso más grave (y lamentablemente no poco común) es cuando el programador simplemente no puede usar otra tecnología más que la que domina: es la única que conoce.
De más está decir, las inversiones en marketing dan resultado. Hoy nos encontramos a muchos programadores que han sido formados en un ambiente académico muy similar a un «monocultivo» (que, a pesar de ellos, ni siquiera ofrece los amplios márgenes de ganancia de la soja) o que se han entregado más tarde a determinada combinación de herramientas/tecnología y la han abrazado como dispuestos a envejecer (y quedar obsoletos) junto con ella.
Y así es que el negocio seguirá funcionando muy bien para los «grandes productores de software», en tanto que los pequeños no reconozcan su rol de consumidores. Afortunadamente, la situación ya está cambiando: abundan los ejemplos de quienes, siendo conscientes de esto, están haciendo una diferencia económica significativa.
Adenda
Nótese que en este artículo no se hace alusión a la licencia bajo la cual el programador entrega su programa al cliente final. El término «libre» sólo se aplica a las herramientas utilizadas para el desarrollo y a las requeridas para su posterior ejecución.
El uso de herramientas de desarrollo libre no impone ninguna condición sobre la licencia que acompañará al programa resultante. (Distinta situación puede darse si se incorpora código de un programa libre en uno de producción propia).
Muy buen post!, la verdad que hoy en día con la madurez que tienen las herramienta libres (y con la variedad que hay!), es inconcebible no usarlas. Es más, aquellos que han transitado el camino del desarrollo sobre plataformas libres bien saben que en muchísimos casos es mas simple, rápido y fiable, que sobre (o con) plataformas y herramientas privativas.
Saludos !
Javier,
se entiende lo que decís, pero no creo que la adopción de la solución pase por un problema de costos. Si las empresas están dispuestas a gastar usd10000 es porque los tienen y más aún, los generan. En las grandes empresas (que usalmente son las consumidoras de estos productos) no pasa por esto. Creo que una ventaja que se puede hacer entender, y que nos beneficiaría a todos, es que se pueden hacer mucho mejores cosas con ese dinero. Por ejemplo, dedicar tiempo de investigación de los profesionales que trabajan en la propia empresa para convertirse en gurúes de tal o cual plataforma o sistema. De esta manera no solo uno va a tener un muy buen uso de una herramienta sino que probablemente tenga a un empleado contento por haberle designado una tarea que le va a gustar como es la investigación. Caso aparte pueden ser los programadores parásito, pero no es de ellos que me preocupa se encuentren en mejor situación :).
Realmente hoy conseguir un staff más o menos estable y calificado es muy difícil, y una vez que las empresas entiendan el real valor de un grupo con estas características yo creo que van a hacer algo; y considero que el desvío de fondos de pagar licencias a pagar producción de conocimiento es un argumento bastante fuerte.
My micro two cents.
Saludos.
Diega:
Antes que nada, gracias por tomarte el tiempo de leer y opinar.
Coincido en parte con lo que decís. Las grandes empresas no suelen preocuparse demasiado por el costo de las licencias. Las PyMEs te aseguro que sí prestan atención a las mismas, aunque aún tienen la opción de esquivar las licencias… mientras no caiga una carta documento de Software Legal.
Sin embargo, no es ese el punto central de mi artículo (la visión de las empresas), sino la visión de los programadores. Las empresas y, en particular, los gerentes de IT de las mismas, pueden tener la visión que sea. Pero en última instancia, los requerimientos técnicos los terminan definiendo los programadores.
Javier:
Me pareció excelente tu artículo. Siempre me has dado la letra técnica justa para tomar de referencia ante las clásicas discusiones sobre el porqué y el cómo adoptar en la empresa el software libre.
Pero esta vez me has dado la pata que me faltaba para abordar un tema específico con aquellos eternos «proveedores de servicios informáticos» que como mano de obra tercerizada llegan para desbancar mis pocos avances ‘evangelizadores’ ante las gerencias de las empresas por las que he pasado, solo porque te refriegan en la cara sus «Certificados MS»
Disiento en parte con Diega sobre el tema de los costos, salvo que software legal se presente, ese análisis pasa por otro lado y es mucho mas complejo.
Un abrazo!
Abordas un tema que si bien es una verdad mas aun es una realidad definitivamente, el termino que usas de «reducir costos de materia prima» me gusto, esto tiene muchas aristas, y son muy interesantes realmente.
Puedo compartir contigo que en la empresa donde trabajo se usa Delphi, de hecho uno de los sistemas neuralgicos esta hecho con éste y aqui es donde se desprenden las variantes que se apegan mucho a lo que planteas, el licenciamiento, el amarre a la herramienta, esa evaluacion del costo-beneficio en cuanto al cambio de ese modelo de trabajo, inclusive converge otra variante que es la demanda de un S.O. privativo para que ande la aplicacion, situacion que nos lleva a tener que desembolsar en licenciamiento por el mismo y asi nos llevan a mas y mas variantes que nos hacen ser como tu bien lo dices «consumidores» de software.
Considero que alrededor del tema hay todavia algunos tabues que romper con respecto al SW libre, hace 2 años asisti a la Expo-Linux y en ese entonces se hablaba en cada conferencia de lo complicado que estaba resultando pentetrar el mercado con ideas y modelos distintos, aun asi ya en el 2008 habian entrado a algunas dependencias de gobierno con buenos resultados.
Tambien creo que es parte del trabajo del programador el convencer al cliente en que una solucion basada en SW libre puede tener la misma o mejor calidad que una privativa, parte de este convencimiento sera definitivamente en que dicha solucion haga lo que tiene que hacer de forma eficiente. Ese factor creo yo es al que mas le teme el cliente cuando oye SW libre, ¿servira una solucion usando esa tecnologia? , ¿lo barato me podria salir caro? … en fin, una y mil consideraciones son las que se plantean.
Volviendo al tema de la empresa donde estoy, tenemos ya algunos años usando Linux como principal S.O. para nuestros servidores, te podria decir que mas por gusto fue en su momento por el factor $$$, el ser una empresa que pertenece al Gobierno te hace tener que adaptarte a las normas y politicas que el mismo establece, hoy dia sin ser un gran emporio podria decirte que en los ultimos años ha habido un impulso a la inversion en tecnologia, y aqui lo interesante es que ese recurso que se obtuvo se invirtio en telecomunicaciones mas que en licenciamiento para por ejemplo S.O. privativos para servidores que «garantizaran» el optimo funcionamiento de los sistemas y recursos informaticos, esto me lleva a la conclusion de que tienes que tomar un «riesgo» si es que se le puede llamar asi, hoy dia nosotros no lo vemos de esa forma porque hemos estado conviviendo años con el S.W libre y sabemos de las maginificas prestaciones que tiene y puede solventar, es una gran labor esa, la de convencer que realmente es una buena alternativa como solucion en muchos aspectos.
Hola Javier,
La verdad es que no necesitas incurrir en un windows server 2008 para correr un sql server. Podes hacerlo utilizando la version express que es gratuita y corre en un XP. Con esto el argumento de las licencias no desaparece (hay que comprar al menos un XP), pero si se reduce bastante. La verdad es que en el 99 % de las pymes tienen windows, no por que sea barato sino por que no necesitan de un tecnico muy calificado para que les funcionen los programas a los que estan acostumbrados (office, explorer, messenger, etc.).
Creo que es mas una falta de difusion de Linux que un tema de costos.
Saludos.
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