Ventilando tus datos personales

Nuevamente, en el 2009, el Grupo Clarin lanza el popular concurso El Gran DT. Millones de fanáticos del fútbol, previa registración, se lanzan a armar sus equipos con el objetivo de sumar la mayor cantidad de puntos posibles en el desarrollo del campeonato de primera división de la Argentina.

Y, nuevamente, la inmensa mayoría de los incautos participantes se registra sin pensar siquiera en la información que están cediendo y las condiciones de tal cesión.

En el formulario de registración se requieren, entre otros, los siguientes datos personales:

  • Nombres y apellidos
  • Tipo y número de documento
  • Fecha de nacimiento
  • Sexo
  • Domicilio postal
  • Dirección de e-mail
  • Número de teléfono
  • Número de celular y empresa proveedora (opcional)

Se hace la aclaración de que los datos proporcionados «para poder ganar los premios, deberán ser verdaderos«, con lo cual el participante no tiene siquiera el derecho de «disfrazar» algun dato requerido. Y, como de costumbre, se promete que «la información que ingreses es confidencial«, invitando a leer la política de confidencialidad del concurso.

La política de confidencialidad (que en realidad es el reglamento, redactado en alguna variante del idioma castellano que incluye términos como «chequear«) dice todo lo contrario, declarando expresamente que (el resaltado es mío):

El Organizador no se responsabiliza por el uso que pueda hacerse de la información provista por cada Participante en el supuesto que la misma sea utilizada sin autorización del Organizador.

Todos los participantes de Gran DT autorizan al Organizador a publicar y difundir sus datos personales, foto personal y equipos imaginarios seleccionados, por cualquier formato y sin limitación de ningún tipo.

¿Cómo es que alguien (más que alguien, millones) puede aceptar tales condiciones? Es preocupante el nivel del ignorancia y desaprensión al que hemos llegado, como para brindar sin más nuestra información personal y permitir que se use para lo que a cualquiera pueda ocurrírsele.

Y sin embargo ahí van, millones de incautos, a vender barato lo que costó tan caro. Una verdadera lástima.

7 comentarios sobre “Ventilando tus datos personales

  1. Lamentablemente aunque uno no provea sus datos, las personas pueden obtenerlos. Recuerdo la vez que fui a una casa de electrodomésticos y para hacerme una factura me pidieron mi DNI. Una vez que se lo di al vendedor (también sin pedirle los términos y condiciones) mi nombre, direccion y teléfono aparecieron en la computadora, lo cual me sorprendió dado que nunca antes habia comprado en ninguna sucursal de esa casa de electrodomésticos.

    Hoy en dia hemos perdido nuestra privacidad. Desde que hago uso de servicios web (como gmail) existen personas que saben donde estoy, quienes son mis amigos, y hasta nuestra mi ideologia politica. Y lo peor de todo es que eso paso gradualmente, de a poco y sin que advirtiera las consecuencias de lo que estaba haciendo.

  2. Windows nos enseño que hay que hacer click en «ok» porque así se instalan las cosas.

    Además tenés el hecho de que nadie se lee 3 hojas de términos legales ambiguos y confusos. Estás «firmando» un contrato cuando lo hacés, pero no se puede asumir que tu usuario promedio entiende qué significa el 80% del contrato.

  3. Pasa lo mismo con Facebook (hace poco tiempo hubo un revuelo por los terminos del servicio, fotos, datos personales, etc)….ç
    Es interesante leer esta Ley de proteccion de Datos personales

    DERECHOS RECONOCIDOS A LOS CIUDADANOS POR LA LEY 25.326

    OPOSICION: Derecho a negarse a facilitar un dato de carácter personal en el caso de que no sea obligatorio hacerlo.

    INFORMACION: Derecho a que en el momento en que se recolectan datos de carácter personal se le informe de modo expreso, preciso e inequívoco de las siguientes circunstancias: finalidad para la que serán tratados sus datos personales; quiénes pueden ser sus destinatarios; identidad y domicilio del responsable de la base de datos; carácter obligatorio o facultativo de las respuestas al cuestionario que se le proponga; consecuencias de proporcionar los datos, de la negativa a hacerlo o de la inexactitud de los mismos; y posibilidad de ejercer los derechos de acceso, rectificación y supresión de los datos.

    ACCESO: Derecho a obtener información acerca de la siguientes circunstancias: existencia de datos referidos a su persona en todo archivo, registro, banco o base de datos que contenga información personal; fuentes y medios a través de los cuales se obtuvieron sus datos; finalidad para la cual fueron recabados sus datos; y destino previsto para sus datos.

    RECTIFICACION: Derecho a exigir que los datos personales incluidos en un archivo, registro, banco o base de datos que sean inexactos o incompletos, sean rectificados o actualizados.

    SUPRESION: Derecho a exigir que se eliminen los datos personales que, por diversas circunstancias, no deban figurar en un archivo, registro, banco o base de datos, o que se supriman o sometan a confidencialidad los datos personales que sean inexactos o incompletos.

    TUTELA: Derecho a iniciar acciones judiciales tendientes a tomar conocimiento de los datos personales almacenados en archivos, registros, bancos o bases de datos públicos o privados destinados a proporcionar informes y, cuando corresponda, a exigir su rectificación, supresión, confidencialidad o actualización, así como a reclamar los daños y perjuicios que pudiera haber sufrido como consecuencia de la inobservancia de la ley.

    IMPUGNACION: Derecho a impugnar todo acto administrativo o decisión privada que implique una apreciación o valoración del comportamiento de un ciudadano fundado únicamente en el tratamiento de datos de carácter personal que permita obtener un determinado perfil de su personalidad.

    CONSULTA: Derecho a solicitar a la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales o al Centro de Protección de Datos Personales de la Ciudad de Buenos Aires, información relativa a la existencia de archivos, registros, bases o bancos de datos personales, sus finalidades y la identidad de sus responsables.

    y tomar conciencia de la importancia y derechos que tenemos como usuarios. No porque tengan 3 hojas de palabras y condiciones, pongamos «ok» y listo…. mucho windows hace mal….por eso me cambie de la ventana al pinguino

  4. en la red creo que no hay nada seguro en cuanto a datos,,
    el que quiera sacar datos personales si esta al tanto de como hacerlo.. no hay nadie que lo pare.
    esta calro que recaudar datos de este tipo hay que asegurar su seguridad..
    quien se hace responsable..???
    salu2…

  5. En realidad creo que lo más grave es el mail, pues lo demás al fin y al cabo del padron la mayor parte se saca todos esos datos, excepto claro el hecho de que participa en concursos relacionados con el futbol.

    En serio… qué te hace que tengan:
    * Nombres y apellidos (en el padrón)
    * Tipo y número de documento (en el padrón)
    * Fecha de nacimiento (en el padrón)
    * Sexo (en el padrón)
    * Domicilio postal (en el padrón)
    * Dirección de e-mail (ops! spam!)
    * Número de teléfono (Mmhh… nunca pongo mi tel y sin embargo recibo más publicidades telefónicas que llamadas de mi mamá)
    * Número de celular y empresa proveedora (opcional) (no es grave y opcional)

    Con esto digo que si bien que es feo que los «datos» de uno anden cotizando en bolsa por ahí, tampoco la paranoia, no?

  6. dias pasados viajando por una empresa de omnibus de larga distancia, desde el Norte de la Argentina, hacia el Sur, la muy amable señorita que me atendió luego de mi consulta de precios, horarios, y otras yerbas, me solicita el número de documento, el cual se lo fui desgranando cifra por cifra, luego de dar el ENTER, se sintio la impresora emitirndo el correspondiente boleto, abonando la cifra estipulada, se me entrega el susodicho papel, o constancia de viaje, o pasaje, o boleto, el cual pulcramente doble y coloque en el portadocumentos. luego de retirado de ventanilla y como tenia unas tres horas hasta el horario de viaje, me dedique a recorrer la zona, y llegado el tiempo de abordar el micro, al aproximarme al guarda que controla el pasaje quien corta el talón correspondiente para su control y el de la empresa, me detiene en mi ascenso diciendome que no podia viajar siendo que el pasaje estaba emitido a nombre de UNA DAMA, y como soy hombre, habia suplantación de persona, busque mi documento de identidad y el numero coincidia, pero igual palabras van, palabras vienen, en definitivo consegui viajar, pero…
    CON ESE BOLETO A NOMBRE DE OTRA PERSONA, EN CASO DE ACCIDENTE, EL SEGURO NO RECONOCE NADA, POR CAUSA DE QUE ESTÁ A NOMBRE DE UNA FEMENINA AUNQUE EL NÚMERO SEA EL MISMO. ESTO ES ARGENTIMA SIGLO XIX, PERDON XXI???

  7. Lamentablemente dia a dia resignamos un pedazo de confidencialidad, obligados por requerimientos que a veces rozan lo estupido y viendonos suscritos a bases de datos de las cuales desconocemos uso o abuso y seguridad (si es que existe).
    Tal vez se hace costumbre, tal vez uno sistemáticamente desactiva el cerebro a la hora de regalar datos porque si, quien sabe.
    Yo me inscribi al grandt sin siquiera pensarlo, sin siquiera leer la política de confidencialidad, no me considero un ignorante en la materia, mas si me considero un idiota temporal en ese contexto.
    Ahora, la condicion es prácticamente leonina, yo quiero participar, pero me niego a dar mis datos personales bajo esas condiciones, el resultado es no poder participar… no me resulta justo, no me resulta algo que debiera hacerse. Obviamente que la solucion de fondo no es ingresar los datos y cerrar los ojos al grito de «maaaaaaa` siiiiii», pero lamentablemente es la unica «solucion» que ellos proveen.

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