Como queda demostrado en este caso real, hay que tener muchísimo cuidado con las cosas que uno lee en la web. Ni siquiera hay que confiarse en la supuesta seriedad de algunos medios. Lo que sucedió recuerda al juego que de chicos (y no tan chicos) solíamos jugar: el «teléfono descompuesto«; en el que una persona le dice algo a otra al oído y se van pasando el mensaje, hasta que la última persona dice lo que entendió… y generalmente hay muchas diferencias con el mensaje original.
Todo comenzó a partir de una noticia publicada por el periódico digital The Inquirer:
La nota dice que una actualización del programa Norton Antivirus 2006 incorporaba un «bug» (error). Más adelante explica cómo este error deshabilitaba algunas funciones del programa.
Hasta aquí, ningún problema (más allá del inconveniente para los pobres usuarios de Norton Antivirus 2006). Pero ocurre que en la edición en castellano de The Inquirer, la noticia apareció así:
El equipo de traductores del periódico (supuestamente con amplios conocimientos de informática y traducción inglés-castellano) reemplazó la palabra «bug» por «virus«, cambiándole totalmente el sentido a la noticia. Ahora, en vez de tener un error, Norton Antivirus 2006 se transformaba en un generador de virus. (Me pregunto: ¿cuántas personas leyeron la noticia antes de publicarse?). Una de las cosas que más preocupa: en el momento en que escribo esto la noticia lleva más de 13 horas de publicada y sigue igual…
¿Cuántas personas habrán leído esta noticia totalmente errónea? ¿Cuántas la habrán creído cierta? Bueno… al menos los editores de un par de sitios sí lo hicieron. Por ejemplo, la gente de Todo Linux publicó:
En el sitio Pilu.com podía verse:
¡Qué bien!, la gente de Pilu.com no sólo se hizo eco de la noticia, sino que añadió la correspondiente (y estúpida) cuota de paranoia. Pero también sitios de cierto «renombre» (sitios serios, de empresas bien establecidas) se sumaron a la pavada. Por ejemplo, en Datafull (cuyo principal objetivo, dicen, es «educar al usuario y brindar un buen servicio» podía leerse:
Como es de suponerse, algunos bloggers también se hicieron rápido eco de la falsa noticia. Uno de ellos la envió al sitio de noticias colaborativo Menéame:
Al menos hasta este momento, 22 personas la habían creído cierta y la habían votado para su publicación en la portada del sitio.
Pero afortunadamente en Internet hay navegantes con sentido común. El blog titulado Estugno («Estupidez e ignorancia informática«, ¡excelente nombre!), nos sacó de las sombras:
En pocos minutos, la corrección estaba difundiéndose: alguien la envió a Menéame:
Ahí fue donde tomé conocimiento de todo este enriedo… (Hasta este momento la noticia ha sido votada por 48 personas y va rumbo a publicarse en la portada.)
Conclusiones
Algunas lecciones que nos enseña esta historia:
- Cuidado con lo que leemos (y creemos): Ya no basta la supuesta importancia o seriedad de un medio, ni la cantidad de veces que aparece una noticia. Hay que verificar lo que leemos (aunque a veces se hace muy dificil) antes de formarnos una opinión.
- Cuidado con lo que publicamos: Tanto los bloggers como los usuarios de sitios de noticias tenemos que tener especial cuidado antes de difundir falsedades o reproducir errores.
- Mucho cuidado con las traducciones: Las traducciones inexactas (o totalmente erróneas, como en este caso) nos pueden jugar más de una mala pasada. Siempre que esté al alcance de nuestras posibilidades, debemos consultar los textos en el idioma original. (Hoy por hoy, es indispensable para un informático el conocimiento del idioma inglés.)
- La web ha cambiado: En Estugno, en Menéame y en éste mismo blog, la noticia está corregida. The Inquirer, Datafull y otros todavía siguen propagando el error. Es curioso el caso de Menéame, en donde primero se hicieron eco de la falsa noticia y luego se desmintió. Esto muestra claramente el poder de la cooperación y colaboración de los usuarios. (¿Escuchó hablar de la «Web 2.0«?)
Aclaración: He incluido las capturas de pantalla de cada uno de los sitios mencionados, por la alta probabilidad de que en algún momento sean modificados.
Actualización (4 de agosto de 2006): The Inquirer ha corregido la noticia, y uno de los editores ha dado las explicaciones del caso (y pedido las disculpas correspondientes) tanto el el sitio original, como en Estugno, Menéame y en este blog. Esto, amén del error, denota la buena voluntad y la honestidad de este medio (otros, como Datafull siguen sin acusar recibo). Además, la noticia ha aparecido en la portada de Barrapunto, lo cual ha ayudado aún más a difundir la noticia (una muestra más del poder de la colaboración entre navegantes).
Actualización: La noticia corregida de Menéame acaba de ser publicada con los votos de 61 usuarios.
Buenisimo el seguimiento! :-)
Hola Javier,
Simplemente quería agradecerte el aviso sobre la traducción errónea. Es un fallo importante que esperamos no volver a tener. La noticia ya está actualizada, y el término ha sido traducido convenientemente.
Y por supuesto, una reflexión realmente acertada. Lo del boca a boca puede hacer que estos errores se hagan aún más y más graves, así que de nuevo, gracias, y mis disculpas.
Javier Pastor
Gracias por la info. La verdad es que me extrañaba que una empresa seria como Norton se dedicase a generar «virus» en sus propios desarrollos. Sería como tirarse piedras.
Supongo que el fallo de traducción vino de alguien que no tenía mucha idea ni de informática ni de inglés, y como «bug» en español significa «bicho», pues creyó que ese «bicho» era un «virus» xD
Norton no genera virus, es un virus, sino proba desintalarlo ja ja ja
Tiene razón Aldo, desinstalar Norton es «simple», no lo veremos más en ninguna carpeta…¿Pero a alguien se le ha ocurrido revisar el registro de sistema o las carpetas Symantec -cuelga de la de Windows- y otra de «documents and settings»?
He contabilizado no menos de 2 mil claves y valores en el registro, lo toma para sí y lo inunda de data propia, y -según mi corto entender-con mucha mala fe, nadie que no lo conozca a fondo podrá decir triunfante «he logrado desprenderme de esa rémora», ya que hay claves del registro que contienen datos que jamás asociarían a ningún programa de Symantec, y ningún limpiador automático, por bueno que sea las descubrirá (y no lo dice un usuario normal sino uno totalmente anormal y auditor de Software Legal que se vale de ello cuando inspecciona una máquina cuyo dueño niega haber usado o instalado ilegalmente tal o cual programa).
Bueno, mi reciente lucha con Firefox ha dejado sus huellas, pido disculpas si no se puede leer bien el mensaje por no encontrar la página de códigos adecuada.
Victor Hugo, hay un tutorial para desinstalarlo en:
http://service1.symantec.com/SUPPORT/inter/tsgeninfointl.nsf/c93f2df3087563fd882568c70062bbfe/05eda2a23c42347488256fe200685537?OpenDocument
Un saludo,
Antonio
Gran seguimiento, gracias por el esfuerzo. Muy interesante y aleccionador.
smaldone… esto puede ser un error de mala traduccion, pero cuando vos escribis notas sin fundamento jamas te retractas asi que.. ¿que reclamas?
marc0s: Si me hicieras notar algún error en alguno de mis artículos (que sin dudas los hay), me retractaría y pediría las disculpas del caso.
Así que, tus críticas son bienvenidas. Desde ya, muchas gracias.
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Trabajo en The Inquirer como su corresponsal para LatAm desde 2003. Te cuento que las traducciones las hacen gente de VNU en España. Son un team cuasi-independiente.
Es más, ellos tienen casi autonomía de qué se publica en la edición en español, que traducen y que no.
Todo el contenido que se genera va primero al sito de UK (en inglés) y después los demás sitios «satélites» (Alemán, Español, Italiano, Francés) operan traduciendo las notas de UK y alguna que otra vez incorporando alguna nota local con los recursos de ellos.
Javier se llama quien traduce las notas.
FC