Había una vez un montón de políticos —opositores, por entonces— que proponían una solución para muchos de los problemas del sistema electoral argentino: la boleta única (de papel).
Pero un día descubrieron un sistema de voto electrónico con respaldo en papel —al que llamaron «boleta única electrónica» para evitar la mala fama de este tipo de sistemas— y dejaron de creer que la boleta única (de papel) fuera una opción válida. A continuación, la historia.
2009, proyecto de ley de boleta única
A fines de 2008, el por entonces diputado de la Coalición Cívica Adrián Pérez presentó un proyecto de ley para votar usando boleta única (de papel). En el mismo, proponía un sistema similar al usado en la provincia de Santa Fe:
Artículo 6: Modifíquese el artículo 62 de la ley Nro. 19.945 (Código Electoral Nacional), que quedará redactado del siguiente modo:
Artículo 62: Características de la Boleta Única de Sufragio. La Boleta Única de Sufragio deberá integrarse con las siguientes características respecto de su diseño y contenido:
Se confeccionará una Boleta Única de Sufragio para cada categoría de cargo electivo: una para el cargo de Presidente y Vicepresidente, otra para Senadores nacionales, y otra para Diputados nacionales.
Esto decía en su defensa en la Cámara de Diputados:
«Se nos ha dicho que esto no es posible, y nosotros hemos demostrado no solamente que es posible, sino que hoy se realiza. Se nos ha dicho que no es posible por ejemplo en la Provincia de Buenos Aires, porque es una provincia que tiene muchos partidos políticos, y hemos demostrado que en la Provincia de Buenos Aires hoy, para el caso de los procesados sin condena, se ha utilizado el sistema de boleta única y para el voto extranjero se ha utilizado el sistema de boleta única. De modo tal que decir que no se puede ir al sistema de boleta única es simplemente una excusa. No solamente se puede, sino que hoy se hace».
El por entonces también diputado por la Coalición Cívica Fernando Iglesias acudía a los medios para defender el proyecto de Pérez (y hasta hizo un spot sobre el tema):
«Está claro que no hay argumentos en contra de la boleta única« decía Iglesias, con toda razón. También defendía la propuesta en los medios el por entonces diputado nacional del PRO Federico Pinedo:
Hasta el por entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri apoyaba la boleta única (de papel):
«Un elemento, un instrumento, que claramente mejora la transparencia, la calidad democrática, esperemos inicialmente de la Ciudad y que después sea aplicado en todo el país» decía Macri.
2011, la segunda ola
En el año 2011 se presentó en el Congreso un nuevo proyecto de ley para votar usando la boleta única (de papel, por supuesto). Esta vez el autor fue Fernando Iglesias. Nuevamente, se proponía una boleta única por cada categoría de cargo electivo (como en la Provincia de Santa Fe):
ARTICULO 2°.- Modifíquese el Artículo 63° del Código Nacional Electoral, Ley 19.945 el cual quedará redactado de la siguiente forma:
«Artículo 63.- Características de la Boleta Única. La Boleta Única debe integrarse con las siguientes características en su diseño y contenido:
a) se debe confeccionar una Boleta Única para cada categoría de cargo electivo;
Por aquellos días, Elisa Carrió también elogiaba la boleta única santafesina (que destacaba como iniciativa de la Coalición Cívica):
Un detalle importante es que en el año 2011 se llevaron a cabo las primeras Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), unos días antes de presentado el proyecto del diputado Iglesias (la ley que las creaba había sido aprobada en diciembre de 2009).
2013, Ciudad de Buenos Aires y proyección nacional
En diciembre de 2013, el por entonces Jefe de Gobierno Mauricio Macri impulsó un proyecto de reforma para votar con boleta única (sí, de papel) en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esto decía en una conferencia de prensa:
«Creemos que sería un enorme avance si también lo pudiésemos llevar como una propuesta nacional. Por supuesto, para ello necesitamos que el Gobierno Nacional impulse esto, y eso le daría una enorme transparencia y accesibilidad al sistema político argentino», decía Macri al lado del por entonces Jefe de Gabinete Jorge Capitanich.
Por aquellos años, la Unión Cívica Radical también reclamaba públicamente al Gobierno la implementación de la boleta única:
@CFKArgentina: ¿Por qué no apoya la boleta única? #RespuestasParaTodos
— Unión Cívica Radical (@UCRNacional) 28 de septiembre de 2012
El por entonces Jefe de Gabinete de la Ciudad de Buenos Aires Horacio Rodriguez Larreta hizo un spot publicitario donde «casualmente» se encontraba con una boleta única (de papel) y hablaba de sus bondades:
Ya en el año 2015, cuando en la Ciudad de Buenos Aires se estaba por votar con el sistema de voto electrónico convenientemente denominado «boleta única electrónica», el entonces candidato a Vicejefe de Gobierno Fernándo Sánchez (compañero de fórmula de Martín Lousteau) también reclamaba el uso de la boleta única (de papel):
Ya de cara a las elecciones presidenciales de 2015, la por entonces diputada por la Coalición Cívica Patricia Bullrich proponía una especie de «parche» para votar usando la boleta única (de papel):
Como bien señalaba la diputada Bullrich la Cámara Nacional Electoral ya se había pronunciado varias veces en favor de la utilización de la boleta única (de papel), por ejemplo el 20 de agosto de 2015 decía:
En efecto, ya en el año 2007 se advertía que “ha llegado el momento de mencionar y reflexionar sobre otro de los sistemas de votación, el de boleta única suministrada por el tribunal electoral […] que se utiliza en nuestro país para los electores privados de libertad y para los argentinos residentes en el exterior” (cf. “Datos sobre el sistema de partidos”, CNE, Nov. 2007, introducción del Dr. Rodolfo E. Munné).-
El 1 de agosto de 2017, la CNE volvería a pronunciarse al respecto:
En este sentido, no puede dejar de observarse que si bien el Congreso de la Nación ha dado trámite a un proyecto de ley del Poder Ejecutivo en el que se debate instrumentar un nuevo sistema de votación basado en un modelo de boleta única, lo cierto es que en dicho proyecto sólo se prevé su uso mediante un dispositivo electrónico, sin contemplar su implementación directa en papel, que –además de emplearse en nuestro país, como antes se recordó, para el voto de los residentes en el exterior y de los detenidos- carece de los riesgos de los dispositivos informáticos y es, de hecho, el sistema más utilizado en todo el mundo.-
2016, Cambiemos en el gobierno
Al llegar la Coalición Cívica y la Unión Cívica Radical al Gobierno, en alianza con el PRO, de repente quienes durante años impulsaron la boleta única (de papel) dejaron de considerarla como opción, para pasar a proponer como única solución el sistema de voto electrónico denominado «boleta única electrónica». Además, una solución en apariencia muy fácil de implementar, tal como lo decía Elisa Carrió:
Y al parecer, la razón por la que el ahora oficialismo descartó la posibilidad de usar boleta única (de papel) es que de para incluir toda la oferta electoral resultaría una boleta demasiado grande. Esto dijo el propio Adrián Pérez (ahora Secretario de Asuntos Políticos y responsable de la reforma electoral) en una reunión con informáticos en el Ministerio del Interior en mayo de 2016:
«Con la propia gente del Ministerio hicimos un simulacro con este sistema también. Dijimos: bueno, probemos un sistema que es el sistema de elección en pantalla o un sistema de boleta en papel que nos permitiera una lectura. Para ser sinceros, nos pasa algo bastante… que es esto: nosotros tenemos una oferta electoral muy grande, a lo cual esa oferta se multiplica en el caso de las Primarias. O sea que cuando yo hago el simulacro de la boleta papel, por ejemplo para la Provincia de Buenos Aires, lejos de simplificarle a la gente le complico a la gente, es practicamente… es un boletón», dice ahora Pérez.
«De modo tal que decir que no se puede ir al sistema de boleta única es simplemente una excusa. No solamente se puede, sino que hoy se hace», decía Pérez en 2009 (poniendo también de ejemplo a la Provincia de Buenos Aires). Luego se implementaron las elecciones PASO, pero aún en 2011 los legisladores de la Coalición Cívica no veían esto como un impedimento para el uso de la boleta única. De hecho, la realidad es que los presos sin condena y los argentinos residentes en el exterior, siguen votando con este elemento (y no es para nada «un boletón»). A continuación puede ver las boletas utilizadas en las PASO de 2017 en la supuestamente problemática Provincia de Buenos Aires:
2017, informe de CONICET y pedido de ONGs
Luego del frenarse en el Senado en 2016 el proyecto de reforma electoral del Gobierno para implementar voto electrónico, el Ministerio del Interior encargó al CONICET la creación de una comisión para realizar un análisis de factibilidad técnica para la implementación de tecnología informática en el proceso electoral (algo que, claramente, deberían haber hecho antes de intentar aprobar una ley al respecto). La conclusión de dicho informe es clara y contundente:
«La incorporación de tecnología en las diferentes fases debe realizarse en forma gradual y progresiva, mediante proyectos piloto y a menor escala, evaluando cuidadosamente los pros y contras de cada proyecto piloto. La hoja de ruta recomendada es comenzar por las fases menos riesgosas del modelo. En particular, se recomienda no avanzar en el corto ni mediano plazo con la implementación de un sistema electrónico para la etapa de emisión de voto«.
Unos días después, un grupo de ONGs y especialistas en derecho electoral e informática enviamos al presidente Mauricio Macri una carta solicitando la implementación de la boleta única de papel como elemento de votación:
El pedido es claro:
«Sobre el sistema de votación entendemos que el consenso mencionado se alcanza solamente a través de la Boleta Única Papel, que es el sistema más extendido en el mundo, y que se ha aplicado con éxito en las provincias de Santa Fe y Córdoba».
La respuesta, 3 meses después, llegó desde la oficina de Adrián Pérez:
«En cuanto al primero de los tres ejes planteados es preciso informar que el Poder Ejecutivo Nacional ya ha enviado en el año 2016 el Mensaje 0070/16 de reforma electoral en el que propuso un cambio al instrumento de votación y que obtuvo media sanción por parte de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, resta que éste se exprese con respecto a aquella cuestión».
En definitiva, se niegan a modificar la propuesta de votar usando voto electrónico en favor de la boleta única.
2019, elecciones presidenciales
Con el voto electrónico frenado en el Senado, la información periodística da cuenta de que el Gobierno estaría evaluando no realizar cambios en el elemento de votación. ¿Por qué? Simplemente por conveniencia:
«El recurso de Cambiemos será colgar sus postulantes al nombre del candidato/a a gobernador, o sea de María Eugenia Vidal. Para eso hay que mantener las boletas tradicionales. ¿Quién querrá reemplazarlas, arriesgando todo? Esto vaticina que tampoco avanzará el oficialismo en la reforma electoral con urna electrónica o voto electrónico, un proyecto que fracasó en 2016 y que el Gobierno incluyó en el menú de extraordinarias de 2017. Transmite modernidad, pero en el fondo, nadie hará nada para que avance. Darle digna sepultura a esa quimera puede ser prenda de acuerdo con el peronismo, que ya se ha pronunciado en contra. Eso explica que el Gobierno siga insistiendo, de la boca hacia afuera, que quiere esos cambios».
Cajoneo a la boleta única electrónica hasta 2019. No va a entrar este año en las distintas leyes que impulsará el oficialismo de reforma electoral
— Sebastián Davidovsky (@vidusky) 11 de febrero de 2018
Así es como para varios —cuando eran oposición— la boleta única (de papel) era el mejor elemento de votación, pero ahora —que son Gobierno— las opciones son usar voto electrónico o seguir con el viejo y cuestionado sistemas de boletas partidarias (si es que conviene). Como reza el Teorema de Baglini:
Las convicciones de los políticos son inversamente proporcionales a su cercanía al poder.