Dicen que una persona muere dos veces. La primera, físicamente; la segunda, cuando alguien lo nombra por última vez. Isidro Alberto Cordero falleció en 2008, a los 93 años. Enseñó desde los 22 a los 75 en escuelas, galpones y hasta taperas. Tuve la inmensa fortuna de tenerlo como maestro a los 71 años, en séptimo grado.
Aquellos compañeros de séptimo grado todavía nos llamamos entre nosotros por todos nuestros nombres. Así nos llamaba él (a mí, por los tres que tengo). Pasaron años, y ya en la universidad, he sentido un poco de vergüenza al descubrir que estaba chasqueando los dedos para responder a una pregunta. Así nos había acostumbrado él.
No lo recuerdo levantando la voz, ni pidiendo silencio; aunque éramos 33 revoltosos sentados en mesas de a 4. Cuando el barullo del aula tapaba su voz, comenzaba a hablar cada vez más bajito, mientras se agachaba hasta quedar en cuclillas. No pasaba ni un minuto, y estábamos todos mudos y estirando el cuello, tratando de escucharlo.
Nacionalista y sanmartiniano como pocos (con su escarapela siempre en la solapa), detestaba a los ingleses. Sin embargo, siempre nos repetía:
«Tienen que aprender inglés. Para entender bien lo que dicen ellos de nosotros…»
Aún con las limitaciones de un hombre nacido en un pueblito del interior, con una formación más que modesta y que vivió la mitad de su vida en el campo y la otra en una ciudad pequeña, —desde una visión nacionalista que hoy no comparto— no estaba tan equivocado.
Feliz día, Maestro Cordero. Y gracias.
Nada equivocado, aunque yo prefiero decir «Tenemos que aprender inglés para ampliar nuestras investigaciones y conocimientos». No tanto desde el resentimiento hacia los ingleses, yankies, judíos, musulmanes (es lo mismo si discriminamos, no?).
Dejando eso de lado, el inglés es fundamental hoy como herramienta (sobre todo en nuestra profesión como informáticos).
Es impresionante la cantidad y calidad de información en inglés que se puede encontrar en la web. En muchos casos supera a la disponible en español.
Hoy en día si no sabés inglés (aunque sea lo básico para poder comprender un texto) se te complica cursar una carrera, llámese medicina, veterinaria, computación… Salvo en aquellas que solo necesitan conocimiento «local», como en leyes o historia.