Luego de más de 20 años de idas y vueltas, parece que se aproxima la hora de la estandarización de los formatos usados por los programas de ofimática (procesadores de texto, planillas de cálculo, etc.).
El primer paso importante fue la estandarización, bajo normas ISO/IEC, del formato OpenDocument (ODF), iniciado por OpenOffice.org. El segundo, hace un par de días, fue la aceptación del formato Microsoft Office Open XML (OOXML) por parte del consorcio Ecma.
El formato ODF (cuyo nombre completo es «Oasis OpenDocument Format for Office Applications«) fue desarrollado por el consorcio OASIS, basándose en el formato XML utilizado por OpenOffice.org. En noviembre de 2006 fue publicado bajo el estándar ISO/IEC 26300 de la International Organization for Standarization.
El formato OOXML fue desarrollado por Microsoft para su utilización en Microsoft Office 2007. El día 7 de diciembre ha sido aceptado por el consorcio Ecma, quien planea remitirlo a la ISO para su estandarización definitiva.
Este es un paso fundamental, ya que significaría que por primera vez en la historia de la Informática, existen formatos estándares (y, obviamente, públicos) para el almacenamiento de textos con formato, planillas de cálculo, presentaciones, etc. Lo único que resta esperar es que quienes implementen estos estándares en sus aplicaciones de oficina lo hagan adhiriéndose a los mismos a pie juntillas, y no tratando de incorporar extensiones con el fin de provocar incompatibilidades (como lamentablemente ha ocurrido en el pasado).
De hecho, más que tener un estándar, ahora tendremos dos. Es más, ya se ha desatado una fuerte disputa entre los promotores de ambos acerca de las ventajas y desventajas de uno sobre el otro. Honestamente, no conozco a ninguno de los dos en profundidad, pero me llama atención que la especificación de ODT tenga unas 700 páginas, en tanto que la de OOXML sobrepase las 6000 (por esto creo que nunca conoceré en profundidad al menos a uno de ellos).
Es uno de los anhelos de este programador/usuario que finalmente se abra la competencia entre paquetes de ofimática basándose en sus virtudes y no en qué tan bien se logre capturar la información de los usuarios. (Recuerdo aquellos tiempos en que tuve que dejar de usar Lotus AmiPro y WordPerfect por la creciente difusión de Microsoft Word.)
Y si hay dos estándares, pues bien… que triunfe el mejor. Los usuarios, agradecidos.