No hay que ser alarmistas ni paranoicos, pero sí hay que abrir bien los ojos y estar atentos: Google está sumando demasiado poder.
En estos días se anunció que Google adquirió 2^96 direcciones IPv6 (algo así como un 8 seguido de veintiocho ceros, un bloque veinte trillones de veces más grande de direcciones que la Internet actual), y su red de servidores habría superado los 450.000 en todo el mundo.
Un artículo en Barrapunto de noviembre de 2005 intenta listar los servicios de Google, pero es muy dificil estar actualizados (hace un par de días, por ejemplo, acaban de lanzar un servicio de pagos online).
A modo de resumen, una lista tomada de Caballe.cat:
Sabías que Google…
- Controla lo que miras.
- Sabe qué tienes en tu PC.
- Sabe adonde vives.
- Sabe qué compras y cómo lo pagas.
- Sabe con quién hablas.
- Conoce tus gastos.
- Te muestra las noticias.
- Lee tu correo.
- Sabe cómo piensas y qué haces.
- Sabe a quién conoces.
Hay que tomar conciencia y estar atentos, no permitamos que algo como esto nos suceda.
A no quejarse che!!! que en éste caso en particular Google no nos impuso un navegador en el sistema operativo (por ahora), sino que nosotros optamos por usarlo, así como a sus herramientas que dicho sea de paso a mi particularmente me son bastante útiles tanto laboral como personalmente.
El punto es que, no importa si mediante juegos sucios o excelentes herramientas, pueden terminar teniendo el control de la información y de gran parte de nuestras vidas, sobre todo como comunidad.
Sea que Google intente convertirse en un monstruo o que lo logremos nosotros, si esto llega a pasar va a ser igualmente terrible.
No temas querido amigo, la gente sigue teniendo una cuota de escepticismo, aunque el querido Carl Sagan haya temido la perdida o distracción de la misma.
Por lo cual en cuanto vean algo medio fulero o bien alguien se los haga notar, seguramente prestarán mas atención al respecto.
Si Microsoft es peligroso, a pesar de la bajísima calidad del software que produce, Google puede serlo aún más (sus herramientas son técnicamente excelentes).
Y con respecto al control de la gente, lamentablemente la historia nos muestra que no podemos depositar demasiadas esperanzas en esto; máxime tratándose de un tema tan poco comprendido como el «control de la información» (involucrando tecnologías tan complejas como las actuales).