El fin de la fe

Conferencia del filósofo y neurocientífico Sam Harris en el año 2005, basada en su libro «El fin de la fe», sobre el enfrentamiento entre las creencias religiosas y el pensamiento racional.

A continuación, la transcripción:

Moses Znaimer:

En un mundo cada vez más secularizado, parece que los únicos religiosos que quedan son fanáticos. Y francamente me tienen harto. Si observamos cualquier acto de atrocidad cruel, exagerada y gratuita en el mundo hoy, y lo más probable es que nos encontremos con algún desquiciado que se apoya en escrituras, juzgando, condenando, castigando y matando alegremente personas inocentes, escondidos tras la máscara de la fe. Predican el amor, pero practican la exclusión, y demuestran una tóxica intolerancia a las opiniones diferentes. No sé ustedes, pero para mí, la propia definición de arrogancia es alguien que presume de conocer la voluntad de Dios y hablar en nombre de ella.

Así que nuestro próximo orador, Sam Harris, cree que es hora de enfrentar el rol de la religión perpetuando conflictos humanos.

Sam Harris:

Gracias, Moses. ¿Está encendido, me escuchan?

Voy a hablar sobre las creencias. Específicamente, el problema de la creencia religiosa. Porque yo pienso que la forma en que enfrentamos la creencia, cómo criticamos, o erramos al no criticar las creencias de otros seres humanos, en este momento, tiene más relación con la supervivencia de la civilización que cualquier otra cosa que esté dentro de nuestro poder de influencia. Nuestro mundo ha sido balcanizado, como Moses lo acaba de decir, por dogmas religiosos incompatibles. Tenemos cristianos, contra musulmanes, contra judíos… Sus propios libros presentan afirmaciones incompatibles. Tenemos esta noción fundamental de que Dios escribió uno de nuestros libros. Desafortunadamente, tenemos muchos de estos libros a disposición.

Antes de comenzar con mi herejía, quiero advertirles desde el comienzo que voy a ofender a algunas personas aquí, sé que es muy probable que ustedes sean un grupo más bien secular. Yo vengo de un país al sur del suyo, que rápidamente se está cegando por la locura religiosa, como los salvajes de Afganistán. Pero aún así, creo que algunas personas en este auditorio se sentirán ofendidas por lo que digo. Quiero decir desde ya que mi intención realmente no es ofender a nadie. No estoy siendo provocador deliberadamente. Simplemente estoy preocupado. Me voy a preocupar en voz alta durante los próximos 20 minutos. Porque no veo razón para que esperemos sobrevivir a nuestras diferencias religiosas indefinidamente.

Me parece transparentemente obvio que el matrimonio de tecnología del siglo XXI… Olviden las armas nucleares y biológicas. Incluso la tecnología computacional de la que oímos esta mañana, el hecho de que dentro de unos pocos años, podrás sentarte en una cueva en Afganistán y con tu laptop de mil dólares, tendrás esencialmente una supercomputadora que puede infectar con sus algoritmos genéticos, su código malicioso, al resto de la sociedad. Sólo esto, hace que esta balcanización de nuestro mundo, las identidades morales separadas, el hecho de que no nos identificamos sólo como seres humanos, sino que somos musulmanes y judíos… Lo hace insostenible.

Entonces… brevemente, ¿qué es una creencia? ¿Qué significa creer que algo es cierto? Claramente las creencias son representaciones del mundo. Pero son más que eso. La diferencia entre creencia y esperanza, por ejemplo. Puedo tener la esperanza de ganar la lotería. Ésa es una representación del mundo, una representación de un estado posible del mundo. Pero creer que he ganado la lotería, es lo único que realmente abre las compuertas de la emoción y del comportamiento, a los comportamientos y emociones que serían apropiados si realmente hubiera ganado la lotería, cuando sales en una loca juerga de compras y ofendes a todos tus amigos. Lo que hace la diferencia es creer que tus pensamientos, ciertas proposiciones dentro de la mente, se ajustan verdaderamente a la realidad.

Si creen que esto es una abstracción, sólo imaginen la transformación en su fisiología en ese momento, en su neurología, en su psicología, si llegaran a creer que su hijo ha sido tomado como rehén. Primero tienen que tener un hijo, ese hijo debe estar en algún lugar en guerra, pero dadas las condiciones requeridas, si reciben una llamada, puro lenguaje. Una sola frase a sus oídos, si le otorgan credibilidad, transformaría sus vidas completamente. Todo el pánico que generaría esa experiencia, vendría de creer en cierta representación del mundo. Por esto las creencias son mecanismos para conducir nuestro comportamiento y emociones en el tiempo.

Aún no entendemos esto a nivel cerebral, estoy intentando entenderlo a través de imágenes cerebrales funcionales, pero a nivel de conversación con nosotros mismos, a nivel de pensamiento, es bastante claro que estamos hablando de representaciones lingüísticas del mundo.

Entonces, ¿qué cree la gente? Bueno, de donde yo vengo, EE.UU., un 22% de la población afirma tener la certeza, literalmente la certeza, de que Jesús bajará de las nubes a salvarlos en algún momento de los próximos 50 años. La certeza. Otro 22% piensa que «probablemente» volverá dentro de los próximos 50 años. Esto es un 44% del electorado. Esta gente no solo elige a nuestros parlamentarios y presidentes, ellos son elegidos como parlamentarios y presidentes. Esto debería ser aterrador para todos nosotros. Esta creencia obviamente no existe en forma aislada. No es un accidente que un 44% de EE.UU. también quiera que se enseñe el creacionismo en las escuelas, y que la evolución se deje de enseñar. En realidad, un 62% de los estadounidenses quiere que se enseñe el creacionismo en las escuelas, pero el 44% quiere que se enseñe en forma exclusiva.

Estamos construyendo una civilización de ignorantes. Un 44% de los estadounidenses también cree, que el creador del universo literalmente les prometió la tierra de Israel a los judíos, en su rol de agente inmobiliario omnisciente. Es claro que esta creencia tiene consecuencias geopolíticas, esto no es… Estas creencias no existen únicamente los domingos, cuando nos reunimos a hablar de Dios y de la Biblia.

Tomemos otra creencia que aparentemente tendría consecuencias muy menores. Consideremos la creencia católica de que el uso de condones es pecado. Esto es obviamente, desde mi punto de vista, una completa falsificación de la moralidad. Una cosa que el dogma religioso hace es separar los asuntos de moralidad de asuntos de verdadero sufrimiento. Sufrimiento humano, animal… Aquí no tenemos sufrimiento discernible en absoluto, y sin embargo nos dicen que es una proposición moral, que el uso de condones es éticamente problemático. ¿Cuáles son las posibles consecuencias aquí? Bueno, tenemos a millones de personas muriendo de SIDA cada año, solo en el África subsahariana. Y tenemos, literalmente, sacerdotes católicos predicando el pecado de los condones en pueblos donde la única información sobre el uso de condones, es la representación religiosa. Me parece que no deberíamos… El tiempo para respetar creencias religiosas de este tipo se acabó hace mucho tiempo.

Si tomamos otro efecto del dogma religioso en mi propio país, tenemos políticos con educación universitaria, oponiéndose a la investigación con células madre. Ciertamente impiden su desarrollo, no la financian, ponen una barrera tras otra. Probablemente uno de los campos de investigación más prometedores en la biología, para generar terapias médicas, está siendo impedido por esta noción medieval de que el alma entra al cigoto al momento de la concepción, y por lo tanto, a los blastocitos en una cápsula de Petri, literalmente, a cúmulos de células no diferenciadas, tenemos que darles el mismo tipo de consideración moral, tienen los mismos intereses, tienen el mismo… Nadie habla de sufrimiento, pero presumiblemente nos preocupa su experiencia a cierto nivel… Y que el interés de estas células está por sobre el interés de niñas de 8 años con diabetes, u hombres de 40 años con Parkinson.

La conversación nunca ocurre, los argumentos morales ni siquiera tienen que hacerse a nivel político, porque es un tabú fundamental criticar las creencias religiosas de alguien. La fe es realmente algo que detiene todas las conversaciones.

Ahora, en respuesta a este tipo de problemas, muchos de nosotros, muchas personas de buenas intenciones, han llegado a pensar que la acomodación apropiada a la modernidad es desarrollar lo que se llama moderación religiosa, en general. Puedes tener tu dios, puedes hablar de él o ella en alguna manera no especificada, se considera impropio estar demasiado seguro de lo que pasa después de la muerte, y de la estructura moral de este universo, pero… no tiremos el bebé con el agua de la bañera. La moderación religiosa es la solución, y la verdadera esencia de la moderación religiosa, es esta corrección política, donde todos deben ser libres de creer lo que quieran sobre Dios, no hay daño ni falta, las creencias son privadas.

Déjenme decirles un momento por qué pienso que esto es un camino sin salida. En primer lugar, la moderación religiosa da cobertura al fundamentalismo religioso. Porque no podemos criticar al extremismo religioso, al literalismo religioso, porque es políticamente tabú, se considera incivil. Y esto de verdad lo hacen cumplir los religiosos moderados. Los fundamentalistas religiosos critican todos los credos, excepto el suyo. Los fundamentalistas religiosos de mi país dirían que el Islam es una religión perversa. Los religiosos moderados evitan decir eso.

Así que ahora no podemos… George Bush puede llamar a una conferencia de prensa, y anunciar al mundo que designará «jueces con sentido común», lo citaré: «Designaré jueces con sentido común, que entiendan que nuestros derechos provienen de Dios» Ahora, imaginen… Me parece que la pregunta sensata inmediata, de cualquier periodista en ese lugar, sería: «Sr. Presidente, ¿qué diferencia hay entre eso y designar jueces con sentido común que entiendan que nuestros derechos provienen de Poseidón?». No es como si alguien en el siglo III hubiera descubierto que el dios bíblico existe, pero Poseidón no. Esto no son datos que tengamos. Obviamente esa sería la última pregunta que haría ese periodista.

No podemos llamar al pan, pan y al vino, vino, porque es… A causa de este tabú alrededor de la crítica a las religiones. Y yo diría que los religiosos moderados son realmente los mayores culpables aquí. La mayor fuerza que genera este tabú. Otro problema con la moderación religiosa es que en realidad es una bancarrota intelectual. Sólo consideremos por un momento esta noción de que deberíamos respetar las creencias de las personas. ¿En qué otro ámbito discursivo encontramos esto? ¿Cuándo fue la última vez que alguien en este auditorio fue amonestado porque tenía que respetar las creencias de otra persona sobre historia, o biología, o física?

No respetamos las creencias de los demás. Evaluamos sus razones. Si mis razones son lo suficientemente buenas, para creer lo que creo, inevitablemente creerás lo que yo creo, te daré mis razones, y las razones son contagiosas. Eso es lo que significa ser un ser humano racional. El respeto a las creencias ajenas no tiene cabida alguna.

Noten lo fácil de ver que es esto, cuando cambiamos de tema, de Dios, a alguna otra afirmación mundana ostentosa. Esto en realidad es un ejemplo de mi libro. Si les dijera que creo que hay un diamante enterrado en mi patio, del tamaño de un refrigerador. Tal vez pensarían en preguntarme por qué. Si les diera el tipo de respuestas que se oyen de parte de religiosos moderados, respuestas que describen el efecto positivo de creer en esto que yo creo, si dijera cosas como: «Bueno, esta creencia realmente da mucho significado a mi vida». O: «No quisiera vivir en un universo donde no hubiera un diamante del porte de un refrigerador en mi patio». Es bastante claro que respuestas de este tipo son completamente inadecuadas. Son peores que eso. Son las respuestas de un lunático, o de un idiota. Al responder de esa manera, me habría descalificado para cualquier puesto de responsabilidad en una sociedad de primer mundo. Excepto que si cambiamos el tema a la religión, a las demandas morales de una superinteligencia invisible, a lo que pasa después de la muerte, y luego se eliminan todos los límites. Entonces puedes decir lo que quieras.

Otro problema de la moderación religiosa, es que no solo es una bancarrota intelectual, también es una bancarrota teológica. Porque los fundamentalistas realmente han leído los libros. Y tienen razón sobre ellos. Estos libros son exactamente igual de intolerantes, igual de divisivos, que como los Osama Bin Laden del mundo, o los Jerry Falwell del mundo dicen que son. Y no estoy equiparando a ambos necesariamente, en términos morales. Una vez que dignificamos la afirmación de que la Biblia o el Corán, conspicuamente, es un libro y una comunicación fundamentalmente diferente a cualquier otro libro, ya sean las obras de Shakespeare, o La Ilíada… Estos libros no son literatura, son los mejores libros que tenemos en términos morales.

Una vez que dignificamos esas afirmaciones, Nos volvemos verdaderos rehenes de sus contenidos. El creador del universo realmente odia a los homosexuales. Si leen la Biblia, cuando menos los hombres homosexuales, el sexo gay, es una abominación. Está escrito claramente en Levítico. Este edicto está ramificado en Romanos. Muchos cristianos imaginan que el Nuevo Testamento repudia fundamentalmente toda la barbarie del Antiguo Testamento, en libros como Levítico, Deuteronomio, 2ª Samuel, Éxodo… Eso no es verdad. Puedes tomar a Jesús en la mitad de sus humores, y obtener algunos preceptos éticos hermosos, como la regla de oro, pero Jesús también dijo cosas como, en Lucas 19, «Cualquiera que no quiere que yo reine sobre él, tráiganlo y mátenlo ante mí».

Les garantizo que los inquisidores de la Edad Media, que quemaron vivos a los herejes durante cinco siglos, habían leído completo el Nuevo Testamento. Ellos leyeron el «Sermón en el Monte», y encontraron alguna forma de cuadrar su comportamiento, con el ministerio de Jesús. No es casualidad que las mayores lumbreras de la Iglesia, gente como Santo Tomás de Aquino y San Agustín, gente que sigue siendo enseñada a cada estudiante en cada seminario de Literatura Universal, ciertamente en mi país. En el caso de Aquino, él pensaba que los herejes abiertamente debían ser asesinados. En el caso de Agustín, decía que debían ser torturados. El argumento de Agustín para el uso de la tortura, en realidad sentó las bases para la fundación de la Inquisición.

Cuando recordamos estos eventos, y pensamos que la gente era quemada viva… Eruditos siendo torturados hasta la locura por especular sobre la naturaleza de las estrellas. Lo miramos desde nuestro lugar en el siglo XXI, y pensamos: «Bueno, estas sociedades estaban desquiciadas, estos hombres eran lunáticos». No es verdad. Esto era un comportamiento totalmente razonable, dado lo que se creía. La herejía… Piénsenlo: Si hay algo que tu vecino le puede decir a tu hijo, que es tan incontrolable espiritualmente, que podría poner en riesgo el futuro de tu hijo durante toda la eternidad, eso es mucho peor que el violador de niños que vive al lado. Estamos hablando de una eternidad de sufrimiento, porque tu hijo aprendió a llamar a Dios por el nombre incorrecto, o cree que Dios no existe. Lo que está en juego es extremadamente valioso.

Y otro problema con la moderación, incidentalmente, es que los moderados, y ciertamente los secularistas, tienden a estar cegados por su propia moderación. Es muy difícil para los moderados, creer que la gente realmente cree en estas cosas. Es difícil para un moderado, cuando ve las noticias en televisión, ve a los jihadistas mirando a la cámara de vídeo, diciendo cosas como «amamos la muerte más de lo que el infiel ama la vida». Y luego se hacen explotar. Los religiosos moderados, no los fundamentalistas, los moderados tienden a pensar: «No, no, no fue por eso que hizo estallar su bomba», «No tiene que ver con la religión, es económico, es falta de oportunidades de educación…». No sé cuantos ingenieros y arquitectos más tendrán que estrellarse contra un muro a 700 km/h, para que nos demos cuenta de que esto no es simplemente un asunto de educación.

La verdad de nuestras circunstancias es bastante más siniestra que eso. En realidad es posible ser tan bien educado, que eres capaz de construir una bomba nuclear, y seguir creyendo que obtendrás las 72 vírgenes. Así de balcanizado está nuestro discurso. Así de fácilmente se particiona la mente humana. Les digo, no hay ningún lugar en la currícula para convertirse en científico, que diga: «Esto es basura. Tienes que dejar de creerlo».

Así que para resumir, ya que mi tiempo se agota inmisericordemente, Sólo quiero decir que lo que sea verdad, espiritual y éticamente, sobre nuestra circunstancia, no hay duda de que existen verdades espirituales, hay experiencias espirituales que los seres humanos pueden tener, y existen verdades éticas. Lo que sea verdad de eso, tiene que trascender la cultura, tiene que trascender nuestras diferencias culturales. Hay una razón por la cual no hablamos de «física cristiana» o «matemáticas musulmanas». Porque estas verdades son… Un experimento realizado aquí y en Bagdad, de hecho funciona en ambos lugares, si demuestra algo fundamental sobre la naturaleza del universo, que es verdadero éticamente, y que es verdadero espiritualmente.

Y lo único que garantiza que nuestra conversación humana sea ampliable, es la voluntad de actualizar y revisar las creencias sobre la realidad, por medio de la conversación. Porque cuando hay tanto en juego, tenemos una opción entre la conversación y la violencia, tanto a nivel de individuos como de sociedades.

Así que lo que les propongo hoy es que la meta final de la civilización no es la corrección política y tolerar todo tipo de absurdos. Es la razón, y ser razonables y abiertos a la evidencia. Muchas gracias.

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